Pekín.

El estelar triunfo de Usain Bolt por una centésima de segundo sobre Justin Gatlin en la final de los 100 metros eclipsó casi por completo la segunda jornada del Mundial de Atletismo que se celebra en la capital china.

Bolt sedujo nuevamente a los aficionados que acudieron en masa al estadio conocido como Nido de Pájaro, al imponerse en una trepidante carrera a Gatlin, quien había marcado un mejor tiempo que el jamaiquino en la semifinal de unas horas antes y también en la ronda preliminar.

Pero el estadunidense sacó a relucir lo mejor de Bolt, capaz de responder en momentos de máxima exigencia, quien adelantó a su gran rival poco antes de cruzar la meta con un crono de 9.79 segundos.

Como durante gran parte de su carrera, Gatlin finalizó un soplo por detrás del recordman absoluto de la velocidad; en esta ocasión la diferencia se estableció con una centésima de segundo, pero le valió a Bolt para volver a disfrutar sobre el tartán de Pekín, que ya le vio encumbrarse en 2008, cuando ganó tres medallas de oro olímpicas y rompió tres récords mundiales.

Este triunfo es el número uno para mí en cuanto a competencia y significa mucho. He superado muchas adversidades esta temporada, pero tenía confianza en ganar, dijo el jamaiquino de 29 años, quien no inició la final de manera tan estrepitosa como la semifinal, cuando vio comprometido su boleto por un inoportuno tropiezo en la salida.

El Relámpago ha ganado la prueba reina de la velocidad en todos los mundiales en que ha participado desde 2009, salvo el de Daegu 2011, cuando cometió una salida en falso. Suma también nueve medallas de oro totales en los certámenes, superando el récord de ocho del mítico Carl Lewis, y seis oros individuales, con lo que iguala el total del pertiguista ucraniano Sergei Bubka. Y en Pekín aún debe disputar la prueba de los 200 metros y los relevos por Jamaica.

Me he visto en una situación parecida demasiadas veces, como un millón. Se trata solo de salir allí afuera, relajarse y hacer el trabajo. No sentí la presión, aseguró el multimedallista ante la prensa, poco después de volar de nuevo sobre el Nido de Pájaro, celebrar a ritmo de reggae y dedicar su clásica estampa del rayo a su entregada fanaticada, a la que premió una vez más con una actuación memorable.

Mi objetivo es ser el mejor de todos los tiempos. Eso es lo que quiero y por lo que lucho. Mi objetivo es ser el número uno hasta que me retire, indicó Bolt, quien reitera su deseo de ser una leyenda.

Tras la presea de plata de Gatlin, la medalla de bronce recayó por partida doble en el también estadunidense Trayvon Bromell y el canadiense Andre De Grasse, ambos con marca de 9.92. Fuera del podio quedaron otros candidatos a medalla con mayor renombre como Tyson Gay, finalmente sexto, y Powell, séptimo.

No fue culpa de la presión. Creo que perdí la carrera en los últimos cinco metros, cuando me estiré en busca de la meta y me desequilibré un poco, analizó Gatlin. Bolt es un corredor de raza que aparece en los momentos clave y te ataca. Creo que fue una gran carrera contra un gran rival.

Los aficionados británicos disfrutaron de una segunda victoria, que impulsó a Gran Bretaña al primer lugar del medallero, con Jessica Ennis-Hill, quien se coronó en el exigente heptatlón, recuperando el brillo de los Juegos de Londres 2012, cuando también ganó, antes de dar a luz a su hijo en julio de 2014.

La británica se impuso de forma brillante en la carrera de los 800 metros, la última prueba en la competencia que también incluye los 100 metros con vallas, salto de altura, lanzamiento de bala, 200 metros, salto de longitud y lanzamiento de jabalina, y sumó con ello 6 mil 669 puntos para la victoria final.

Ennis-Hill acumuló su segunda corona del certamen tras la conquistada en Berlín 2009. La canadiense Brianne Theisen-Eaton acabó segunda con 115 puntos abajo, seguida de la ucraniana Laura Ikauniece-Admidina, con 6 mil 516.

Además, el polaco Pawel Fajdel se impuso en lanzamiento de martillo y el estadunidense Joe Kovacs se proclamó campeón en bala.