Roma.

La guardia costera italiana informó haber interceptado el sábado a más de 4 mil 400 migrantes que viajaban en 22 embarcaciones en el mar Mediterráneo, frente a las costas de Libia, en lo que describió como cifra récord de detenciones en un plazo de 24 horas.

El alto número se debe a que, según la guardia costera italiana, los traficantes trataron de aprovechar las condiciones ideales del mar frente a las costas de Libia para lanzar una flotilla de embarcaciones sobresaturadas y no aptas para navegar con tanta carga de pasajeros, como las lanchas pesqueras y las balsas inflables.

En las 22 operaciones participaron la guardia costera, la fuerza naval y barcos de la policía fronteriza de Italia, así como navíos de la marina noruega e irlandesa.

Los migrantes utilizaron teléfonos satelitales para llamar a la guardia costera o fueron detectados por aviones militares italianos en patrullajes de rutina.

En lo que va del año, alrededor de 110 mil migrantes han sido interceptados frente a la costa de Libia y llevados a puertos del sur de Italia, donde las autoridades determinan si pueden ser candidatos a refugio o los deportan.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), casi 150 mil han arribado a Grecia con la aparente finalidad de llegar a la Unión Europea para acceder a la ruta de los Balcanes, que este año se convirtió en la de mayor afluencia en el continente.

Unas 7 mil personas que por días estuvieron concentradas en el norte de Macedonia, la mayoría sirios, ingresaron a Serbia por la frontera de Presevo, donde hay un centro de registro de migrantes, informó el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

Las 7 mil migrantes lograron transitar hacia Serbia sin problemas, un día después de que se suscitaron enfrentamientos entre los viajeros y la policía en la localidad limítrofe macedonia de Gevgelija; la policía no pudo evitar la fuga de unos mil 500 hacia el norte.

La Cruz Roja en Presevo describió como continuo flujo de individuos que cruzan los límites de Macedonia y Serbia. Después de ser registrados, los migrantes siguen su camino por tren o autobús hacia Belgrado o la frontera con Hungría, cuyo gobierno ha mostrado su rechazo a la ola migratoria de este año y anunció la construcción de un muro de cuatro metros de altura para evitar el tránsito libre de indocumentados.

En Heidenau, cerca de Dresde, en el oriente de Alemania, neonazis atacaron por segunda noche consecutiva con petardos, piedras y botellas a la policía que resguarda un centro de inmigrantes de la localidad. Algunos manifestantes coraeron “¡Heil Hitler!” (Salve Hitler).

En Malasia, la policía reportó hallazgo de 24 esqueletos humanos, al parecer de migrantes, enterrados en fosas clandestinas, cerca de la frontera con Tailandia. En mayo, las autoridades informaron del hallazgo de 139 fosas, lo que escandalizó a la opinión pública.