Después de las marcas logradas en el salto de longitud del Campeonato Mundial de Atletismo en China, Luis Rivera se animó porque son distancias que ya ha logrado –su mejor registro es de 8.46 metros–, y de seguir trabajando como lo ha hecho antes de las lesiones que ha sufrido considera que podría subir al podio en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

El oro se consiguió con 8.41 metros y la plata y bronce con 8.24 y 8.18 (respectivamente), lo que en los hechos demuestra que se mantiene la calidad del salto en las pruebas importantes del atletismo, pero son registros que he logrado en el pasado y la emoción que se genera en estas competencias te impulsa a mejorar, agregó.

En plática vía telefónica, el mejor saltador del país apuntó que sigue en terapia con ejercicios al aire libre en la alberca para recuperar las flexibilidad y la fortaleza en las extremidades inferiores, en las que se vio afectado por algunas lesiones que le impidieron participar en Pekín.

La parte difícil de todo este proceso ya pasó. Es cuando todos los demás están terminando la temporada y tú lo ves desde fuera, porque no puedes participar. De haberlo hecho habría comprometido no sé cuánto, por lo que preferí parar y ahora espero prepararme para el siguiente ciclo y alcanzar los objetivos trazados, expuso.

Luego de comentar que para finales del próximo mes deberá estar nuevamente en la pista, aseguró que sólo volverá cuando esté con la carrocería al tiro para enfrentar cualquier reto, pero sobre todo lograr la preparación adecuada porque en 2016 quiere verse en el podio de Río.

Como te dije antes, no porque lo quiera, sino porque sé que puedo hacerlo con una buena preparación, precisó Rivera.

De su relación con la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo y con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, apuntó que no tiene problemas con ninguno de sus titulares, pues siempre procura conducirse de la mejor forma posible, por lo que espera mantener el apoyo de ambos organismos, más allá de las diferencias que pueda haber entre ellos.

Finalmente comentó que ha sido un proceso duro, desgastante y frustrante tener que ver las competencias desde su casa, al no poder estar en la pista.

Sin embargo, también sé que esta espera y trabajo de recuperación dará sus resultados en 2016, ya que tiene la certeza de que será su año, su mejor ciclo en el deporte y en su vida, porque terminará su carrera en las aulas del Tec de Monterrey.