Grupo Questro, en franca violación a las normas del Distrito Federal relativas al desarrollo urbano, construcciones, uso del suelo y agua, entre otras, ahora comienza la construcción de dos torres en Cuajimalpa para uso habitacional dentro de un fraccionamiento que ya ha rebasado su nivel de construcción, y sin contar con estudios de impacto ambiental. La constructora ha recibido además una serie de denuncias en el Distrito Federal, y ha sido acusada de iniciar obras en el municipio de Los Cabos sin los permisos correspondientes. Las faltas a las normas de la Zona Especial de Desarrollo Controlado (ZEDEC) Cuajimalpa son visibles a simple vista. Basta con circular por el Antiguo Camino del Olivo para constatar que todas las edificaciones no rebasan los nueve metros de altura, excepto los edificios contruidos por Grupo Questro. Los problemas no paran ahí, ya que en la delegación Cuajimalpa el 40 por ciento de la población tiene problemas de abasto de agua y los conflictos viales han ido en aumento. Ese grupo construye sin dictámenes de factibilidad hidráulica, certificado de uso de suelo, el dictamen favorable de impacto urbano y la autorización de impacto ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó que retrasará el fallo de la licitación de 3.6 millones de televisores digitales, que debería entregar antes del 15 de noviembre próximo para cumplir con el apagón analógico, debido a que los montos económicos podrían variar por la depreciación del peso frente al dólar.

Con aportaciones de empleados y de su fundación, el Grupo Financiero Banorte financiará durante los siguientes cuatro años un programa de protección del oso negro que habita en la sierra de Zapalinamé, Coahuila, y se encuentra en peligro de extinción, anunciaron este martes la institución financiera y la Plataforma Mexicana de Carbono. Los fondos que serán utilizados para apoyar la protección del oso negro sumarán un millón de pesos y serán aportados, en partes iguales, por empleados y la Fundación Banorte, explicó Mayra Hernández, directora ejecutiva de responsabilidad social de la institución financiera, en una conferencia de prensa este martes. El objetivo es contribuir a la preservación y conservación de esta especie, dijo. El oso negro habita en la sierra de Zapalinamé, zona que es la principal fuente de agua para la ciudad de Saltillo, Coahuila, situación que ha hecho vulnerable a esa especie animal, explicó Eduardo Piquero, director general de la Plataforma Mexicana de Carbono, empresa privada que promueve entre compañías inscritas en la Bolsa Mexicana de Valores iniciativas de protección al medio ambiente. Los fondos que aportará Banorte serán entregados a la organización no gubernamental Protección a la Fauna Mexicana AC (Profauna), que ya realiza acciones de protección al oso negro, explicó Piquero.