Bogotá.

El gobierno de Colombia llamó este martes a resolver la crisis fronteriza con Venezuela con diálogo y sin promover el odio o intentar obtener beneficios políticos electorales por la instauración de un estado de excepción impuesto por el presidente Nicolás Maduro, que ha propiciado la deportación de mil 118 colombianos en cinco días, según las autoridades venezolanas.

Otros mil 535 colombianos han decidido retornar voluntariamente al vecino país, a causa de la situación fronteriza en el estado venezolano de Táchira y en el departamento colombiano de Norte de Santander, de acuerdo con la autoridad estatal tachirense.

La crisis comenzó el miércoles pasado, cuando tres militares de Venezuela resultaron heridos en un ataque perpetrado por presuntas bandas paramilitares colombianas en territorio venezolano. Maduro ordenó ese día el cierre de la aduana que comunica la localidad de San Antonio de Táchira con Cúcuta, en Colombia; el viernes decretó el estado de excepción por tres días y luego lo extendió por tiempo indefinido.

Muchos deportados denunciaron que los militares venezolanos no les permitieron sacar sus pertenencias de las casas que habitaban, varias de las cuales han sido demolidas con maquinaria pesada por haber sido construidas sin permiso en San Antonio Táchira.

En San Cristóbal, capital de Táchira, sesionaron este lunes los miembros de la Asamblea Nacional venezolana, justo en momentos en que el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) reveló que la policía descubrió la existencia de un plan para asesinar a Daniela Cabello, hija del presidente del órgano legislativo, Diosdado Cabello.

Ante los legisladores, Cabello afirmó que la región limítrofe está descompuesta desde hace muchos años y que si es necesario cerraremos toda la frontera. Acusó además al gobierno colombiano de aprovechar la situación para culpar a Venezuela de la escasez de gasolina en Cúcuta.

En un comunicado, los ministerios colombianos del Interior y Relaciones Exteriores señalaron que no es cerrando la frontera ni deportando colombianos como vamos a resolver los problemas de esta zona. Es por medio de la cooperación y no de la confrontación como lograremos combatir con fenómenos como el contrabando. Y sólo con cooperación tendremos resultados en la lucha contra las bandas criminales que operan en la frontera.

El presidente Juan Manuel Santos exigió respeto a todos los colombianos y apuntó que allanar viviendas, sacar a la fuerza a los habitantes, separar familias, no dejarles sacar sus bienes y marcar las casas para luego demolerlas son procedimientos totalmente inaceptables y recuerdan episodios amargos de la humanidad que no pueden repetirse.

El mandatario también criticó el uso electoral que se pueda hacer de esta crisis fronteriza, con motivo de los comicios legislativos venezolanos de diciembre y los municipales colombianos de octubre.

Respecto del diferendo colombiano-venezolano, el portavoz del estadunidense Departamento de Estado, John Kirby, afirmó que los gobiernos tienen el derecho soberano de controlar sus fronteras.

En tanto, el presidente Maduro es motivo de burlas en las redes sociales luego de que en un mensaje el pasado jueves dijo que las autoridades venezolanas trabajarán las 35 horas del día para preservar la seguridad en la frontera con Colombia.