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El científico de 67 años se acerca a prominentes universitarios

Bolívar Zapata, interesado en remplazar a Narro en la UNAM

En caso de ganar la contienda sólo podría ocupar la rectoría cuatro años

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Francisco Bolívar Zapata, ex director del Instituto de Biotecnología de la UNAM y actual coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia, se ha reunido con prominentes universitarios para hacerles saber su intención de contender por la rectoría de la máxima casa de estudiosFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de agosto de 2015, p. 39

El científico Francisco Bolívar Zapata ha mantenido reuniones con prominentes miembros de la comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a quienes ha externado su deseo de participar en el proceso de designación de rector en la casa de estudios para el periodo 2015-2019.

De acuerdo con algunos de los universitarios que han escuchado sus intenciones, el ex director del Instituto de Biotecnología (IB) de la UNAM y actual coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de Presidencia de la República haría público su deseo a mediados de septiembre o una vez que la Junta de Gobierno (JG) emita la convocatoria, el 24 de septiembre.

Bolívar Zapata (ciudad de México 1948) tiene 67 años, por lo que en caso de ser designado para relevar a José Narro Robles –quien concluye su gestión el próximo 16 de noviembre– sólo podría ser rector por un periodo de cuatro años, pues la ley orgánica de la UNAM asienta que para poder ser nombrado se deben tener menos de 70 años al día de la designación.

Desde hace unos días el científico ha tenido acercamientos con diversos sectores de la comunidad universitaria, ante quienes ha dado por hecho que participará en el proceso.

Es doctor en química (bioquímica) por la UNAM y profesor e investigador emérito. Fue el primer director del IB, coordinador de Investigación Científica de la universidad durante el rectorado de Francisco Barnés de Castro (quien intentó cobrar cuotas a los estudiantes) y presidente de la Academia Mexicana de Ciencias. Es miembro de El Colegio Nacional y tiene nivel III del Sistema Nacional de Investigadores. Fue miembro de la JG de la UNAM y de la Junta Directiva de la Universidad Autónoma Metropolitana.

Su trabajo de investigación se basa sobre todo en el área de la biología molecular y la biotecnología, en particular en el aislamiento, caracterización y manipulación de genes en microorganismos.

En la semblanza del científico publicada en la página web del IB se detalla que en 1977 fue miembro del grupo de investigadores que en San Francisco, Estados Unidos, lograron por primera ocasión a escala mundial la producción de proteínas humanas en bacterias, mediante técnicas de ingeniería genética.

Cuenta con más de 200 publicaciones en revistas y libros, y ha sido citado en su área de estudios en más de 12 mil ocasiones.

Jugó un papel central en la elaboración y apoyo para que el Congreso de la Unión aprobara en 2004 la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados, conocida como ley Monsanto. Su papel en favor de esta norma fue criticado en su momento por organizaciones sociales, ambientalistas y académicas que se oponen a esos organismos.

En septiembre de 2012, cuando el presidente Enrique Peña Nieto lo nombró coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Presidencia, Greenpeace manifestó su preocupación por ese nuevo encargo, debido a su posición en favor de los transgénicos, aunque aclaró que no cuestionaba sus contribuciones a la ciencia.

Para defender su posición, el académico ha dicho en varias ocasiones que no existe evidencia científica para afirmar que el consumo y uso de productos transgénicos sean nocivos para la salud humana ni para la biodiversidad.

Por sus aportes a la ciencia ha recibido 12 galardones y varias distinciones, como los premios Universidad Nacional (1990), Príncipe de Asturias en Investigación Científica y Técnica (1991), Nacional de Ciencias y Artes en el campo de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales (1992) y el Luis Elizondo, que otorga el Tecnológico de Monterrey, en 1998.