ara sorpresa de todos, principalmente de los aficionados auriazules, el cuadro de la UNAM se ubica entre los líderes en un torneo que se inició con la amenaza de descenso. Los felinos suman cuatro triunfos consecutivos, pero, más allá de los buenos resultados, lo importante es la forma en que se han conseguido: al estilo puma.

En la lejana década de 1970, los Pumas se caracterizaban por dos aspectos: sus melenas y su juego ofensivo. En verdad era un gusto observar un sistema que en ese momento revolucionó el futbol mexicano, pero que lamentablemente no se pudo mantener.

Hugo Sánchez y Cabinho se daban vuelo anotando goles de todas formas y sabores. Pero ellos eran sólo la culminación de un juego veloz, de llegadas por todos lados a la portería rival, de dinámica y, perdón por la comparación, en algo parecido a lo que realizaba la Naranja Mecánica.

Después llegaron los equipos de Luis Flores, Negrete, Aspe, Vera y Ferretti, pero hubo una larga sequía hasta que los Pumas de esta campaña parecen retomar los valores del futbol auriazul. El punto flaco es la defensa, pero de poco se preocupan los pupilos de Memo Vázquez, ya que cuentan con el poder ofensivo de Britos, Sosa, Martínez, Herrera y Cortés.

También se puede criticar que los universitarios cuentan con ocho elementos no nacidos en México para esta campaña, pero después de las Chivas son el equipo que más canteranos utiliza como titulares –un promedio de seis–, más el refuerzo celeste Alejandro Castro. Y si un equipo con estas características, que además está tratando de resurgir sus fuerzas básicas, se encuentra entre los punteros, es digno de destacar.

Lo único que habría que pedir, ya siendo exigentes, es que la tribuna retome el clásico ¡Pumas gol!, que resurjan las ingeniosas porras antiguas que se escuchaban en CU y no esos cánticos que se repiten en todas las gradas de la liga MX-Sudamericana sin importar a qué playeras apoyen.

El torneo Apertura 2015 es de rachas, buenas y malas. El León sí es como lo pintan y con sus seis triunfos, cuatro al hilo, comanda la liga luego de serias dudas que habían surgido con el técnico Juan Antonio Pizzi. Además de resaltar el resurgimiento de dos elementos como Luis Montes y Carlos Peña, y el siempre efectivo Gallito Vázquez.

Después de un inicio con dos derrotas, Ignacio Ambriz suma cinco victorias consecutivas y empieza a callar las bocas de aquellos que no le encontraban méritos para estar en la banca amarilla. Poco a poco Nacho va armando el rompecabezas con una premisa básica: forma su equipo de atrás para adelante, todo lo contrario de aquel equipo de Gustavo Matosas que sufría cada que llegaba un balón a su área.

En el otro lado está Cruz Azul y sus cuatro caídas en fila. Apenas se anunció su contratación y los fanáticos celestes ya pedían la salida de Sergio Bueno, lo que se agravó con la derrota en el llamado clásico joven. El timonel también llegó con la porra en contra, pero por la fecha FIFA tendrá dos semanas para trabajar.

Bueno se ha caracterizado por hacer jugar bien a sus equipos, lo que por lo visto resulta poco en una Máquina que está dejando de ser grande por las malas decisiones del directivo Billy Alvarez y de su promotor de cabecera Carlos Hurtado.

Por su parte, Ricardo Ferretti se puso la chamarra tricolor y recuperó la sonrisa. En su presentación, tomó al toro por los cuernos al decir que cae más pronto un hablador que un cojo, al recordar su frase de que prefería ser barrendero que técnico nacional.

Y en su primera lista, para los duelos ante Trinidad y Argentina, pero pensando en Estados Unidos y el pase a la Confederaciones, borró a tres consentidos del Piojo Herrera y no llamó a Memo Ochoa y a los hermanos Gio y Jonathan dos Santos.

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