Pekín.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, pidió este martes el cese de la campaña de odio en Colombia, en la que piden asesinarme, al abogar por una solución a la crisis con el vecino país. Minutos antes, su par, Juan Manuel Santos, advirtió que Caracas puede cerrar su frontera, pero no violar los derechos humanos, al condenar una vez más los atropellos que, aseguró, han cometido agentes de seguridad venezolanos contra indocumentados colombianos.

Previamente, el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Diosdado Cabello, aseguró que desde Colombia se gesta una guerra contra Venezuela, un día después de que el embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, acusó que el vecino es un país de excluidos y exportador de pobreza, al destacar que 5 millones y medio de colombianos viven legalmente en Venezuela.

Desde Pekín, donde realiza una visita oficial, Maduro pidió en declaraciones a la televisión venezolana que se recobre la sensatez y cese la campaña de odio en la que llaman a asesinarme, y abogó por un replanteamiento de las relaciones con Bogotá, al defender su decisión de cerrar la frontera tras un ataque de paramilitares colombianos dedicados al contrabando, con saldo de tres militares y un civil venezolanos heridos, el pasado día 19 de agosto.

Santos restó importancia al hecho de que fue rechazada su propuesta para que se convocara esta semana a una reunión de cancilleres en la OEA para analizar la disputa con Caracas, y dijo que su gobierno acudirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de Naciones Unidas (ONU). Dijo que desistió de su solicitud para que la Unión de Naciones Sudamericanas abordara el enfrentamiento, ya que el mecanismo no respondió, pero señaló que se analiza la posibilidad de entablar demandas ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya contra miembros de la cúpula militar y política venezlanas responsables, aseguró, de los atropellos a sus compatriotas deportados.

En la frontera, Cabello sostuvo que el gobernante colombiano tiene la misma postura que su antecesor ultraderechista Álvaro Uribe, y aseveró que al gobierno colombiano no le interesan sus ciudadanos. Exigió: tiene que cesar la presencia de paramilitares colombianos en Venezuela y tiene que acabarse el contrabando de los alimentos tachirenses a Cúcuta, para que se den las condiciones y abrir de nuevo la frontera entre los dos países.

Maduro, quien evocó al fallecido Hugo Chávez, consideró lleno de sabiduría el mensaje de Chaderton ante la OEA. El representante venezonao reconoció el lunes que en su país están apareciendo formas de crimen exportadas como narcotráfico, sicariato, robo de autos o aviones y todas vienen de Colombia, informó Telesur.

“Venezuela reitera su disposición al entendimiento por la vía diplomática y al encuentro entre los presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro, indicó Chaderton, quien subrayó que “el cierre de la frontera fue realizado por el presidente Maduro ante los actos impunes cometidos día tras día por irregulares colombianos.

Hay elementos que corroen el alma en situaciones de extrema presión y que deben ser tomados en cuenta (...) Considero que este momento es oportuno para hablar de algunas verdades como la deportación, la verdadera crisis humanitaria y la verdadera violación de derechos humanos que viven los colombianos desde hace 50 años, dijo el embajador venezolano.

Desde 1948, Venezuela ha recibido a millones de colombianos víctimas de la violencia y gobernados por grupos violentos que han hecho de Colombia un país de excluidos y un exportador de pobreza.

Tras destacar que Colombia no ha dejado de sufrir por sus conflictos internos, Chaderton indicó que los colombianos invisibles, esos que son más de cinco millones y medio, viven en Venezuela como venezolanos y con todos los derechos de los venezolanos, y proclamó: los venezolanos, los chavistas y maduristas nos sentimos comprometidos con Colombia.

El discurso de Chaderton