La PGR manda 53 muestras, revisadas por equipo argentino
Miércoles 2 de septiembre de 2015, p. 10
La Procuraduría General de la República (PGR) entregó a la Universidad de Innsbruck, en Austria, prendas de vestir de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y diversos objetos relacionados con los ataques a los estudiantes ocurridos en Iguala, Guerrero, el 26 y 27 de septiembre pasado.
La dependencia, que encabeza Arely Gómez, envió a la universidad europea 53 muestras, revisadas y clasificadas por peritos de la PGR y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Las prendas, informó, fueron trasladadas al Instituto de Medicina Legal de la universidad, a fin de que realice un análisis de ADN STR (nuclear) que permita identificar los perfiles genéticos.
La diligencia de entrega fue encabezada por el subprocurador de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad de la PGR, Eber Omar Betanzos Torres, quien fue acompañado por Gualberto Ramírez Gutiérrez, titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestros; Gildardo Cruz Velazco, director general de Laboratorios Criminalísticos de la procuraduría, y Mariana Selva, del EAAF.
Esta es la segunda ocasión en que la PGR entrega muestras, de las cuales se podrían obtener registros genéticos que correspondan a los normalistas desaparecidos. La primera vez solamente se logró identificar un fragmento óseo el cual, se dijo, pertenecía al estudiante Alexander Mora Venancio.
La PGR refirió que continuará trabajando en las investigaciones de este caso de forma exhaustiva y con el apoyo de todos los elementos científicos, hasta su pleno esclarecimiento y hasta que el último responsable sea consignado
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Según la versión oficial, los días 26 y 27 de septiembre del año pasado, policías de Iguala y Cocula detuvieron ilícitamente a 43 normalistas y los entregaron a integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos, para luego ser asesinados y sus restos incinerados en el basurero municipal de Cocula; las cenizas y fragmentos óseos posteriormente fueron arrojados en bolsas de plástico al río.