El pleno del Senado ratificó ayer a Miguel Basáñez Ebergenyi como embajador de México en Estados Unidos, con 98 votos en favor y tres en contra, críticas de legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) y la recomendación de todas las fuerzas políticas de que asuma la defensa de los migrantes en el vecino país del norte.

Aunque parte del grupo parlamentario del PAN se había manifestado contra la ratificación de Basáñez en una reunión realizada el lunes pasado, lo cuestionaron y exhibieron, ayer en un encuentro previo a la sesión acordaron apoyarlo, pero de todas formas hubo reclamos de los blanquiazules.

El senador Daniel Ávila recalcó que a diferencia de la embajadora designada de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, quien cuenta con un cuarto de siglo de experiencia diplomática y fue secretaria de Estado adjunta para el hemisferio occidental, Basáñez no tiene ninguna.

Sólo lo respalda, señaló, su trabajo como académico, como encuestador y el haber trabajado con un pariente del presidente Enrique Peña Nieto. No puedo ratificar este nombramiento, ya que nada garantiza que esté a la altura para enfrentar las conductas y expresiones racistas contra los mexicanos, recalcó.

Por conducto del senador Ernesto Ruffo, los panistas le formularon un enérgico reclamo al presidente Enrique Peña Nieto por la forma atropellada en que envió el nombramiento de Miguel Basáñez, tras dejar seis meses sin embajador la representación diplomática en Estados Unidos y luego le corren prisas para ratificarlo y presiona al Senado.

Antes, en conferencia de prensa, los senadores Javier Lozano y Mariana Gómez del Campo consideraron lamentable que se ratifique a Basáñez, luego del desprecio y el desconocimiento que mostró en temas tan sensibles como corrupción, migración y los insultos del precandidato republicano Donald Trump a los mexicanos.

Es una bofetada al servicio exterior de carrera, toda vez que para México la embajada en Estados Unidos es la más importante y debiera estar reservada a alguien relevante del cuerpo diplomático, no a los cuates más leales, expresó la senadora del Partido del Trabajo, Layda Sansores.

Los senadores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) defendieron en todo momento a Basáñez. Teófilo Torres le otorgó su voto de confianza y la senadora, también priísta, Leticia Herrera Ale, expuso que tiene la combinación afortunada de un político experimentado y un intelectual maduro que conoce de cerca las realidades de ambas naciones.

Benjamín Robles Montoya, en nombre del Partido de la Revolución Democrática (PRD) pidió también a Basáñez que sea un embajador que otorgue certidumbre a los mercados, pero que su primera labor sea garantizarla para los mexicanos.

La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, la panista Gabriela Cuevas, pidió votar a favor del dictamen para ratificar a Basáñez.

Al final, el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, tomó la protesta a Basáñez como embajador de México en Estados Unidos.

Fue el estreno de Gil Zuarth al frente de la mesa directiva de esa cámara. Su compañero de bancada Ernesto Cordero aclaró que no votó en contra de su elección como presidente del Senado.