Pekín.

El presidente de China, Xi Jinping, encabezó este jueves un impresionante desfile militar que mostró el creciente poder bélico del país, mientras aviones de combate sobrevolaban la emblemática plaza de Tiananmen, al recordar el 70 aniversario de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial.

El desfile, al que asistieron mandatarios extranjeros como Vladimir Putin, de Rusia; Nicolás Maduro, de Venezuela, y Park Geun-hye, de Corea del Sur, contó con la participación de unos mil soldados de 17 países como Cuba, Rusia, Kazajstán, México, Pakistán y Serbia.

El presidente Xi anunció una reducción de 300 mil puestos en el ejército, que cuenta con 2.3 millones de efectivos, para demostrar que el gigante asiático no representa una amenaza expansionista, en una ceremonia a la que también asistió el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

El gran desfile cruzó el corazón de Pekín para conmemorar la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, al tiempo que un escuadrón de helicópteros formó el número 70 en el cielo, pero el acto subrayó también la determinación del presidente Xi de hacer de China una potencia asiática.

La experiencia de la guerra hace que la gente valore aún más la paz, señaló Xi. Independientemente de la marcha de los acontecimientos China nunca buscará la hegemonía y tampoco pretenderá expandirse.

Aun con la reducción el ejército chino seguirá siendo el mayor cuerpo militar permanente del mundo y la medida llega en un momento en que las crecientes capacidades tecnologías de la industria reducen la necesidad de contar con grandes contingentes de soldados.

En el desfile participaron más de 12 mil soldados, 500 piezas de armamento militar y 200 aeronaves, una representación de lo que oficiales militares dicen que es la tecnología más avanzada de las fuerzas armadas de China.