La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Claudia Ruiz Massieu, se reunió ayer en privado con el grupo parlamentario del PRI en el Senado, al cual pidió trabajar juntos, de la mano, y rechazó las críticas de la oposición sobre su nombramiento, de manera particular a su falta de experiencia diplomática.

De acuerdo con versiones de senadores asistentes, la canciller les dijo que los viajes internacionales que realizó en los tres años pasados, como secretaria de Turismo, acompañando al presidente Enrique Peña, la mantuvieron cerca del anterior titular de la SRE, José Antonio Meade, y de cancilleres de otras naciones.

Comentó asimismo que durante su gestión de diputada participó en las comisiones mixtas de la Unión Europea y de México con Estados Unidos.

Ruiz Massieu les agradeció los más de 90 nombramientos diplomáticos que el Senado ha ratificado en los recientes tres años, particularmente el aval a Miguel Basáñez como embajador de México ante Estados Unidos, que se dio un día antes en la primera sesión de esa cámara del Congreso.

La mayoría de los senadores priístas le expresaron su respaldo. Las legisladoras se fotografiaron con la funcionaria, quien les refrendó: Vamos a seguir trabajando juntos, de la mano, dando resultados para México.

El senador por Chihuahua Patricio Martínez le planteó el desacuerdo de sus paisanos con la operación de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), que depende de la Secretaría de Relaciones Exteriores, organismo que, denunció, mantiene en secreto las cuotas del líquido vital que transfieren a Estados Unidos.

El legislador dijo a la canciller que se ha argumentado que se trata de información reservada, y por ello no se puede conocer cuánto es lo que México debe a Estados Unidos como saldos de lo que debemos entregarle por el Tratado Internacional de Límites y Aguas.

En entrevista posterior, el senador Martínez detalló que expresó ante Ruiz Massieu que ello es injusto porque le impone al estado de Chihuahua la carga de pagar cantidades exorbitantes de agua a cambio de nada, siendo un estado árido, seco.

Se trata, insistió, de una obligación impuesta por un tratado internacional que intercambia agua del río Colorado, procedente de Estados Unidos, con aguas de ríos mexicanos que van al río Bravo.