Buenos Aires.

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) desautorizó las declaraciones de monseñor Jorge Casaretto en oposición a los juicios contra los responsables de delitos de lesa humanidad que se realizan en Argentina, y sostuvo que la reconciliación no es un borrón y cuenta nueva y menos impunidad, en respuesta a una carta enviada por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, familiares de desaparecidos y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)

El presidente de la CEA, José María Arancedo respondió a los organismos de derechos humanos después de que en una conferencia en la Universidad Católica, Casaretto pidió desandar esa ecuación de tanta justicia en materia de derechos humanos.

Los organismos acusaron a Casaretto de intentar deslegitimar con sus declaraciones el proceso de memoria, verdad y justicia por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la pasada dictadura (1976-1983), y recordaron que esto ha sido avalado por los tres poderes del Estado.

El camino es memoria, verdad y justicia, pero parece que menos verdad recuperamos y cuanta más verdad queremos recuperar, más suaves tenemos que ser con la justicia, dijo el obispo en la UCA. También habló de una justicia que no es totalmente imparcial y que había que priorizar la verdad a la justicia.

En su carta los organismos de derechos humanos remarcan que el derecho a la verdad es inseparable del derecho a la justicia y de ningún modo puede ser considerado como una alternativa a la obligación de investigar, procesar y castigar. Verdad y justicia no son opciones entre las que el Estado puede elegir Son obligaciones que deben cumplir en conjunto.

Ante lo que también consideraron como declaraciones contradictorias con los principios del derecho internacional se solicitó a la CEA aclarar su posición públicamente para brindar tranquilidad a la sociedad y certezas sobre su colaboración activa con el proceso de justicia en curso.

Carta abierta

Por otra parte, intelectuales y trabajadores de la cultura publicaron este domingo una nueva Carta Abierta en la que advirtieron sobre la serie de acciones realizadas por la oposición política para deslegitimar y desacreditar al gobierno y a las elecciones generales de octubre próximo. Entre ellas destacan una campaña desmedida anticipando un fraude, como se ha hecho en otros países de la región.

Después de que las pasadas elecciones primarias y otras a gobernadores en algunas provincias, la fórmula presidencial del oficialista Frente para la Victoria (FpV) se impuso a nivel nacional, lo cual resulta intolerable para la oposición derechista, que atiza los fuegos de una campaña sucia.

“Argentina está en disputa. Cada día un nuevo acontecimiento es ofrecido, desde las usinas mediáticas y a través de las voces de los principales dirigentes de la oposición, como ejemplo de la catástrofe que supone la continuidad de un gobierno definido con los más variados epítetos siempre portadores de tachadura e injuria: `dictatorial’, `corrupto’, ‘autoritario’, ‘clientelístico’, ‘nepotista’”, señalan.

Consideran como brutales estas palabras que son lanzadas al escenario público siguiendo un plan claro: deslegitimar, horadar y debilitar no sólo al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner sino a su posible continuidad a través de un triunfo de la fórmula integrada por Daniel Scioli y Carlos Zannini.

Advirtieron en Carta Abierta que se aplica un libreto largamente experimentado y probado en otros países de Sudamérica, tratando de arrojar los procesos democrático populares al vertedero de la historia.

En este sentido aluden a las maquinarias mediáticas asociadas con la derecha encarnada en la oposición dominada por (Mauricio) Macri y (Sergio) Massa, dirigentes de la derechista Propuesta Republicana (PRO) y Frente Renovador respectivamente. Y analizan que existe un bombardeo sobre la sociedad con un relato estructurado alrededor de una premisa central: el país como desastre, como si estuviese atravesando la noche más negra de su historia sometiendo a los argentinos a la peor de las intemperies.

Hubo referencias a las recientes elecciones en Tucumán, donde el FpV ganó por más de 14 puntos a la oposición unida en esa provincia y que no aceptó este triunfo, ni siquiera después del conteo definitivo. Incluso un grupo de personas quemó urnas y uno de los detenidos en esos momentos es un concejal opositor. En las últimas horas varios de los opositores que ganaron alcaldías, han pedido al candidato a gobernador opositor de la alianza encabezada por la Unión Cívica Radical (UCR) José Cano, que reconozca el triunfo del FpV.

Cano exige nuevas elecciones, después que el recuento con todos los fiscales opositores presentes sigue dando el triunfo al FpV.

En Carta Abierta se habla de “un ‘denuncismo serial’ que subyace a la estrategia de la nueva derecha argentina y continental”, y que ahora se intenta con mayor virulencia y asociando golpes de mercado con prácticas que buscan degradar la legitimidad de lo que se anticipa como un triunfo en primera vuelta del FPV.

Señalaron los intelectuales y trabajadores de la cultura reunidos bajo el nombre de Carta Abierta que las armas opositoras son las mismas que se vienen utilizando en Brasil, Venezuela y Ecuador. Y denunciaron que los candidatos opositores proponen que las fuerzas armadas “asuman tareas de seguridad para profundizar la ‘guerra contra las drogas’ que ha causado desastres en México y Colombia. Estas acciones van por operaciones submarinas mientras la ficción del fraude está embarcada en la flota de superficie de operaciones mediáticas”.