n la memoria de los aficionados todavía perdura esa imagen del golazo de Maxi Rodríguez al Tri en el Mundial de Alemania 2006: control con el pecho a la entrada del área, impresionante disparo de volea ante marca de Gonzalo Pineda y un trallazo que entró en el ángulo superior derecho a pesar del lance de Oswaldo Sánchez (quien después, como siempre que le anotaban, reprochó a sus defensores).

Fue el tanto de su vida. Ni antes ni después Maxi haría nada similar, pero también fue la confirmación de que México es cliente de Argentina aun en las pocas ocasiones en que juega mejor.

Era el Tri de Ricardo La Volpe, ahora con Jaguares, pero añorando el banquillo nacional. La clasificación se había conseguido caminando y además México mostró en la Copa Confederaciones un futbol de gran nivel. La historia de la eliminación se repitió sólo cuatro años después, pero en Sudáfrica tuvo como protagonistas un gol en fuera de lugar de Carlos Tévez y un error garrafal de Ricardo Osorio.

Este martes, el Tri va otra vez ante sus fantasmas: enfrenta a la albiceleste de Lionel Messi con una defensa endeble. En la presentación de Ricardo Ferretti con el equipo nacional, el Tri empató a tres con Trinidad y Tobago. Los caribeños, que sin duda han mejorado, pero siguen siendo limitados, crearon peligro a la meta de Alfredo Talavera cada vez que se acercaron al área.

Y el panorama se ensombrece cuando aparecen nombres como Messi, Tévez y Ezequiel Lavezzi. El encuentro lo enfrentarán con respeto, pero sin miedo, dijo el Tuca; sin embargo, la historia nos ha mostrado otra realidad.

Ferretti reiteró en la semana que sólo estará durante cuatro partidos: normal, en Tigres es el amo absoluto para hacer y deshacer y no lo va a arriesgar por algo tan incierto como dirigir a la selección. Pero más allá del rostro (bigote en este caso) del Tri, el problema, insistimos, es el fondo.

Podrá Josep Guardiola ponerse la verde, pero él también sufrirá las consecuencias de una Liga Mx-Sudamericana: en las redes sociales circuló la burla-verdad de que el Oporto podrá alinear a más mexicanos que la mayoría de los equipos de nuestro torneo.

Jesús Corona y Miguel Layún se unieron a Raúl Gudiño y Héctor Herrera en el equipo portugués, que se ha caracterizado por tener buen ojo para contratar y revender con alto margen de ganancia. Al Tecatito lo adquirieron en 10.5 millones de euros y le pusieron una cláusula de rescisión de 50, lo que demuestra que le ven futuro en el balompié europeo. Valoraron más la habilidad que el físico menudo del ex rayado.

Por cierto, es de destacar el golazo de Herrera que rescató el empate ante Trinidad. El ex tuzo reveló que durante la semana fue asesorado en el golpeo del balón por Ferretti, un maestro en este arte. Y ese tipo de enseñanzas son las que más resaltan los que han sido pupilos del brasileño. Sin embargo, parece ilógico que un seleccionado nacional, que milita en el balompié europeo, reciba clases a esta altura del partido.

Al igual que el Tecatito, otro futbolista mexicano que también se sintió bien valorado fue Javier Hernández. En el límite del cierre de registros, el Chicharito fue firmado por el Bayer Leverkusen (se dice que en unos 12 mdd), con lo que deja atrás su destino de banca con Manchester United y Real Madrid.

Me hicieron sentir muy querido, que iba a ser un jugador muy importante, fueron las palabras que reflejan el estado anímico por el que atraviesa el goleador tapatío, quien llegó tarde a la concentración tricolor, pero sí estará ante Argentina.

A Carlos Vela le dieron la capitanía de la selección y una gran noticia: estaría entre los candidatos para ir al Barcelona. Suena complicado que el Bombardero vista el prestigioso uniforme blaugrana, pero la mención refleja el prestigio que ha alcanzado en la liga española.

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