Se estima que antes de que finalice el año será anunciado por el Gobierno del Distrito Fedral el destino del Centro Cultural Ollin Yoliztli y si la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) permanecerá en ese espacio, en el que se encuentra su sede, la sala Silvestre Revueltas.

Así lo adelantó ayer el director artístico de esa agrupación, José Areán, en respuesta a versiones de que el complejo cultural será reubicado y que en el predio que ocupa será construido un hospital privado.

En entrevista posterior al anuncio del estreno mundial, este fin de semana, del concierto Nocturno eléctrico, del mexicano Antonio Juan-Marcos, el director de orquesta aceptó que la tendencia más fuerte es que la filarmónica capitalina salga de ese recinto, si bien, aclaró, es una decisión que depende de aspectos presupuestales, urbanísticos y de construcción.

Queremos tener el mayor número de variables resueltas antes de dar un paso, porque, si no, solo anunciaríamos algo que no tiene sustento. Se espera que antes de finalizar el año se anuncie si la orquesta se queda o se va, reiteró.

Areán destacó que se analizan las tres opciones que fueron planteadas por la Secretaría de Cultura del Distrito Federal: renovar integralmente el recinto, construir uno nuevo en el mismo predio, o trasladarlo a otro lugar de la ciudad.

Negó saber si la mudanza, en caso de hacerse, sería a la delegación Magdalena Contreras, como señalan algunas de las especies; otras sitúan el cambio al Bosque de Chapultepec.

Sin embargo, precisó que hay varios proyectos de los que no puede hablar todavía, porque faltan muchos pasos antes de tomar una decisión. No estamos casados con algún espacio particular, sino realmente analizando qué sucede en una ciudad como la nuestra. Es un razonamiento que tiene que estar bien pensado y fundamentado y por ello estamos consultando a urbanistas, a la orquesta, a grupos artísticos; convocamos al diálogo para que gente diga lo que piensa y concretemos la idea. No será una ocurrencia, afirmó.

Por otro lado, Areán confirmó que el proceso de selección del nuevo director artístico de la OFCM sigue en marcha y consideró que el nombramiento podría estar listo para principios de 2016.

Sobre el concierto Nocturno eléctrico, explicó que se trata de una obra singular, escrita para guitarra eléctrica y orquesta, con la que la filarmónica de la ciudad da cuenta que no está cerrada a ningún tipo de propuesta: No es una ocurrencia; es una forma de vivir la música de manera integral. No es algo que separe a la gente, sino, por el contrario, la une.

Antonio Juan-Marcos, el autor, aclaró que el hecho de que Nocturno eléctrico tenga como instrumento solista a la guitarra no significa que sea una pieza de rock sinfónico ni progresivo, ni tampoco llevar elementos del rock al panorama de la música de concierto.

No se trata de un concierto en el sentido romántico del término, como los del siglo XIX. Es una pieza para guitarra eléctrica y orquesta, de 15 minutos de duración, en la cual el instrumento solista juega, por un lado, un papel melódico protagónico, pero también tiene la capacidad de fundirse con la orquesta, creando nuevos sonidos, a veces un poco distorsionada y otras un poco filtrada.

La obra fue concebida, desde su origen, para ser interpretada por el guitarrista Alejandro Marcovich, con más de 30 años de carrera en el ambito popular, sobre todo en el rock, al lado del grupo Caifanes.

Aunque tiene formación clásica, esta es la primera ocasión que el intérprete participa en un proyecto de esta naturaleza, al cual consideró un interesante desafío y al mismo tiempo una bocanada de aire fresco para su carrera.

Los conciertos de la OFCM serán el sábado y el domingo, a las 18 y 12:30 horas, de forma respectiva, en la sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, en lo que marca el regreso de la orquesta de su sede tras permanecer medio año fuera de ella por motivos de remodelación.