Tras estar enterrada casi 24 años, ahora es la estrella de una exhibición en Alemania
Viernes 11 de septiembre de 2015, p. 7
Berlín.
Primero dominó una plaza en el centro de Berlín hasta la caída del Muro; después cayó en desgracia, fue despedazada y enterrada en un bosque cercano y ahora forma parte de una exposición: la cabeza de Lenin vuelve a ver la luz.
Tras casi 24 años bajo tierra y un debate sin fin respecto de si no era mejor dejarla donde estaba, la cabeza de granito rojo de 1.7 metros de altura y 3 mil 900 kilos fue desenterrada hoy para convertirse en la estrella de una muestra en la ciudadela de Spandau.
Una grúa sacó la gigantesca cabeza del revolucionario ruso oculta en una colina de tierra en un bosque en el sureste de la periferia de la ciudad después de la caída de la República Democrática Alemana. Una acción menos espectacular que cuando surcó los cielos de Berlín colgada de un helicóptero en la película Good Bye, Lenin!
Un camión para el transporte de carga pesada la llevó a la antigua fortaleza. Una vez allí, una carretilla elevadora la colocó en un patio interior.
La cabeza espera ahora de lado, apoyada sobre el perfil derecho de la cara, la inauguración de la exposición permanente prevista para la próxima primavera y titulada Al descubierto: Berlín y sus monumentos.
La estatua de Vladimir Ilich Lenin (1870-1924) estaba ubicada en la plaza homónima, que hoy se llama la Plaza de las Naciones Unidas. El monumento, obra del escultor soviético Nikolai Tomski, se inauguró con motivo del centenario del fundador del Estado soviético
en abril de 1970. En noviembre de 1991 unos obreros la trasladaron con una grúa y una excavadora.
Fue dividida entonces en 130 partes y enterrada, pero sólo la cabeza vuelve a ver la luz. El resto del monumento sigue oculto.