Budapest.

Un video grabado de forma oculta en el interior del mayor campamento de migrantes en Hungría, en la frontera con Serbia, muestra las condiciones inhumanas en las que se distribuye la comida.

La secuencia filmada por la voluntaria austriaca Michaela Spritzzendorffer, quien acudió el miércoles al campo de refugiados de Roszke, muestra a unas 150 personas dentro de una cerca en el interior de una gran sala, empujándose para obtener una de las bolsas de bocadillos que los policías húngaros, con cascos y mascarillas, les lanzan.

Era como alimentar a animales encerrados, como un Guantánamo en Europa, declaró Klaus Kufner, otro voluntario que presenció la escena.

El video fue difundido en YouTube el jueves por la noche, y este viernes la policía húngara ordenó la apertura de una investigación para determinar los hechos.

Mientras tanto, Petra Lazlo, la periodista húngara que aparece en un video pateando a migrantes y haciendo zancadillas a otros que acaban de cruzar la frontera, explicó este viernes que entró en pánico y lamentó su gesto.

En una carta publicada en el sitio de Internet del diario Magyar Nemzet, Lazlo afirmó no ser una camarógrafa racista y sin corazón que golpea a niños.

Estaba filmando cuando cientos de refugiados rompieron un cordón policial. Uno de ellos tropezó conmigo y entré en pánico, explicó, y aseguró no haberse dado cuenta de que se trataba de un niño.

La cadena de televisión N1TV, para la que Lazlo trabajaba, anunció el mismo martes su despido. La policía la investiga por alteración del orden.

En tanto, Hungría anunció que movilizará hasta 3 mil 800 soldados para acelerar la construcción de su valla antinmigrantes en la frontera con Serbia, ya que 3 mil 601 indocumentados consiguieron entrar al país el jueves.

Los trenes entre Austria y Hungría no circularán el fin de semana debido a la sobrecarga masiva, no obstante, Alemania espera la llegada de 40 mil refugiados, por lo que movilizará a 4 mil soldados para ayudar en casos de emergencia.

En Macedonia, alrededor de 7 mil 600 personas entraron entre el jueves por la noche y el viernes por la mañana, un récord desde que comenzó la crisis migratoria, declaró una responsable de la Organización para las Naciones Unidas.

Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia, reunidos en Praga, rechazaron las cuotas de migrantes que les quiere imponer la Unión Europea, indicó el ministro de Relaciones Exteriores checo, Lubomir Zaoralek.