Ha pasado más de medio siglo, pero Guillermo Tigre Sepúlveda recuerda con nitidez, en cada clásico, la legendaria anécdota que ayudó a forjar la rivalidad Guadalajara-América.

Mayo de 1964, por el título de campeón de campeones en el estadio de Ciudad Universitaria. Sepúlveda fue expulsado y después de ser correteado por toda la cancha, bajo porras de Chivas-Chivas, aventó a la banca amarilla la camiseta rojiblanca al grito de ¡con esta playera tienen, hijos de...!

Lejos de los años dorados del Campeonísimo, el Tigre observa que tal vez a los actuales integrantes de la plantilla tapatía les pesa esta camiseta y quizá por eso en lugar de títulos andan peleando por no descender.

Sin embargo, el considerado cerebro del Rebaño Sagrado, Sabás Ponce, es más directo y considera que para mejorar al chiverío es necesario tocarles el bolsillo.

Evocó: Nosotros, cuando perdíamos, el martes en el primer entrenamiento de la semana nos llegaban las multas. Creo que en los contratos deberían establecer medios sueldos o sanciones económicas por falta de rendimiento, que lo sientan en lo que ganan, porque parece que es lo único que les duele.

Ponce ejemplificó con el caso de Ángel Reyna, quien fue mandado a la Sub-20 por bajo rendimiento, pero le vale, porque gana lo mismo... Creo que ya no tienen vergüenza.

Además, recordó que nos vigilábamos entre nosotros para que nadie se desvelara. Unos tres o cuatro pasábamos a las casas y a las 10 de la noche ya teníamos que estar acostaditos. Nos cuidábamos, había responsabilidad y compañerismo.

En cambio el equipo actual es un desastre, dijo, aunque confía en que todo cambie con la llegada del técnico argentino Matías Almeyda.

“El Chepo (de la Torre) no les decía nada, andaban de flojos. Ante Querétaro el triunfo fue bueno, pero no jugaron bien”, señaló.

Por su parte, Ignacio Calderón habló del amor a la camiseta que antes se tenía y que no observa en el plantel actual: “Éramos como una familia, nos conocíamos dentro y fuera de la cancha y creo que eso se ha perdido.

Ahora llegan jugadores de otros equipos y no sienten el mismo cariño. Todo es dinero, lo que tampoco digo que está mal, porque la vida del futbolista es corta y hay que aprovechar.

En aquellos años del Campeonísimo “si nos preguntaban ‘¿quieres jugar en el Guadalajara’?, hasta sin cobrar íbamos. Ahora primero quieren saber cuánto, y a veces hasta dicen que no”, señaló el Cuate.

Consideró que los jugadores de Chivas deben formarse desde la cantera, porque es difícil conseguir elementos idóneos para un equipo como Guadalajara, y mencionó a refuerzos como Aldo de Nigris, Isaac Brizuela y Reyna, que han costado mucho y no han rendido.

En tanto, José Villegas tiene la esperanza de que el equipo despierte en el clásico ante el América, este sábado en el estadio Azteca.

Esperemos que Chivas recupere su gloria, es el partido adecuado para que se dé el repunte, observó el Jamaicón, quien no quiso hablar sobre un posible descenso del club rojiblanco: Mejor no hablemos de cosas tristes.

Los cuatros integrantes del Campeonísimo, entrevistados vía telefónica, confían en la victoria del Guadalajara en el clásico de clásicos y aseguran que no hay favorito, a pesar de la distante posición de ambos en la tabla.

Se la tienen que rifar, que saquen el corazón y la honradez. Un buen resultado sería una medicina, una ayuda moral y sicológica. No importa que no ganen, con que no pierdan, indicó Ponce.

Chivas debe retomar el ritmo, ponerse las pilas ante las Águilas y trabajar más en los centros, porque les meten muchos goles a balón parado, observó Calderón.

Y Sepúlveda resaltó: En estos días tristes del Guadalajara este partido es de suma importancia, es para reivindicarse con su público.