Mina, Arabia Saudita.

Al menos 717 personas murieron este jueves y 863 resultaron heridas en una estampida en Mina, cerca de La Meca, durante la peregrinación anual de los musulmanes (hach). Aunque las estampidas con numerosos muertos son frecuentes en este santuario, ésta es la más mortífera en los últimos 20 años. Hace menos de dos semanas, una grúa derribada por el viento mató a más de 100 peregrinos, por lo que este es el segundo accidente que golpea a los fieles en menos de dos semanas.

Según el Ministerio de Salud, la avalancha ocurrió en el primer día del Aid al Adha, durante el ritual de la lapidación de Satán en Mina, que consiste en lanzar piedras contra estelas que representan al diablo.

El accidente sucedió cuando una multitud intentaba salir del lugar del ritual mientras otra intentaba entrar. El portavoz del ministerio, Mansour al Turki, indicó que las altas temperaturas y la fatiga pudieron haber contribuido al pánico que provocó la tragedia.

Por motivos desconocidos, se cerraron dos accesos cerca del lugar donde los fieles llevan a cabo el ritual de la lapidación de Satán, afirmó Said Ohadi, el responsable de la organización iraní del hach.

El rey saudita Salman aseveró que espera lo más pronto resultados de la investigación en torno a la estampida de este jueves y agregó que ordenó una revisión de los planes de organización de la peregrinación para que los fieles celebren sus ritos en seguridad.

Cerca de 2 millones de personas se encuentran en Arabia Saudita para celebrar el hach. Irán aseguró que fallecieron al menos 90 de sus ciudadanos y atribuyó la estampida a las autoridades sauditas.

El guía supremo, el ayatola Alí Jamenei, consideró que medidas no apropiadas y mala gestión de Riad provocaron la estampida.

El ministro saudita de Sanidad, Jaled al Falih, culpó, sin embargo, a los peregrinos de haber provocado la tragedia. Si... hubieran seguido las instrucciones habríamos podido evitar la estampida, declaró a la televisión pública El Ejbariya. Muchos peregrinos no respetan los horarios fijados por los responsables de la gestión de los ritos, añadió.

En tanto, el papa Francisco envió este jueves desde Nueva York un mensaje de solidaridad a los musulmanes por la tragedia, que provocó cientos de muertos.