Expertos en temas religiosos y fuentes eclesiales coincidieron en que aunque las opiniones de muchos de los participantes en el sínodo de obispos sobre la familia –que comienza mañana lunes en el Vaticano– son encontradas, finalmente el papa Francisco saldrá victorioso y logrará diversos cambios en favor de la feligresía a la cual ha marginado la Iglesia, principalmente por no entrar en el modelo de familia tradicional.

Fray Julián Cruzalta, asesor teológico de Católicas por el Derecho a Decidir, indicó a La Jornada que lo que se obtenga del encuentro y de las conclusiones que dará a conocer el pontífice el próximo año no serán cambios doctrinales, pero sí pastorales.

“Vemos más apertura en algunos sectores, pero también hay señales de mucha reticencia de obispos y cardenales. No obstante, el sínodo va a ser decisivo para abrir pistas, ir buscando soluciones pastorales de más cercanía y misericordia; es decir, no habrá cambios doctrinales, por ejemplo sobre el matrimonio o los homosexuales, pero sí puede cambiar la atención a estos grupos.

El antropólogo especialista en asuntos religiosos Elio Masferrer Kan dijo que aunque hay jerarcas que no comparten las visiones del pontífice sobre diversos temas, finalmente el máximo líder de la Iglesia católica logrará concretar algunos cambios. Soy optimista. Creo que el Papa va a conseguir lo que quiere; llega muy respaldado tras su viaje a Estados Unidos. Además hay una composición diferente en este sínodo de obispos, en relación al anterior: algunos de los más conservadores se jubilaron y el Papa es muy inteligente, va a suavizar quizás algunas cosas y va a conseguir que se traten.

Expulsan a sacerdote homosexual

La reunión, convocada para analizar el acercamiento de la Iglesia a gays, divorciados y familias católicas menos tradicionales, se inaugurará luego de que el Vaticano decidió expulsar este sábado a un sacerdote y teólogo polaco que hizo pública su homosexualidad.

La Santa Sede adoptó la medida después de que Krzysztof Charamsa, un funcionario de nivel medio de la Congregación de la Doctrina de la Fe, señaló en entrevistas publicadas en Italia y Polonia que se sentía contento y orgulloso de ser un sacerdote gay y que estaba enamorado de un hombre, al que identificó como su novio.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, afirmó que la decisión de hacer esa incisiva declaración en víspera de la apertura del sínodo parece muy grave e irresponsable, ya que tiene como objetivo someter a la asamblea sinodal a una presión indebida de los medios de comunicación. Como resultado de esta expulsión, el sacerdote ya no podrá trabajar en el Vaticano ni en sus universidades pontificias.

Charamsa, de 43 años, afirmó en conferencia de prensa en Roma, Italia, que el momento de su anuncio era ajeno a la reunión de obispos sobre la familia, aunque expresó confianza en que pueda aportar una voz cristiana al sínodo.

Eugenio Lira Rugarcía, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), señaló que por parte de los obispos del país asistirán al concilio los cardenales José Francisco Robles Ortega, presidente de la CEM y arzobispo de Guadalajara; Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México y presidente de la Comisión Episcopal de Vida, Familia, Juventud y Laicos; Rodrigo Aguilar, obispo de Tehuacán, responsable de la dimensión episcopal de la familia, y Gerardo Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey, quien durante años ha participado en la pastoral familiar.