En materia de salud debe haber colaboración entre los sectores público y privado para ofrecer los servicios que ahora no están cubiertos, así como para aprovechar las nuevas tecnologías y equipos médicos que a las instituciones les resulta complejo tener, afirmó Eduardo González Pier, subsecretario de Innovación y Desarrollo del Sector Salud.

Esta es una salida distinta a lo que plantea el sector privado, que en el foro Más y Mejor Salud. México 2030, organizado por la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) y la Confederación Patronal de la República Mexicana, exhortó a que se dé la reforma del sector para impulsar la participación de particulares en la prestación de los servicios básicos y de especialidad, y en la portabilidad, es decir, que los pacientes acudan a la clínica y hospital de su elección y la autoridad rectora se encargue del pago por la atención prestada.

Eso debe incluir, señaló Klaus Wiegandt, director de la empresa MediAccess, el diseño de mecanismos que reconozcan a los proveedores y la calidad y resultados obtenidos en la salud de los pacientes. Así lo hizo España hace 30 años, dijo el empresario, con la reforma que incorporó el financiamiento por medio de cotizaciones sociales e integración de las redes de proveedores públicos y privados.

En estas tres décadas la nación ibérica reporta un aumento en la esperanza de vida de 75 a 82 años y ocupa el lugar número 26 en cuanto al gasto en salud como porcentaje del PIB.

México se encuentra en el lugar 108 y con el sistema sanitario que tiene todavía hay 27 millones de personas que carecen de algún tipo de cobertura; el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, dijo que la cifra es de 22 millones de individuos.

Un modelo de atención que contemple la participación del sector privado en la prestación de servicios, que ofrece calidad y atención médica con la misma cantidad de dinero disponible en el Seguro Popular, o mediante pólizas de seguros privados enfocados en servicios del primer nivel de atención, por ejemplo.

Wiegandt reconoció, sin embargo, que en el caso del Seguro Popular, eventualmente la cuota familiar tendrá que aumentar.

En la actualidad, la mayoría de los afiliados están exentos de ese pago –como señala la ley– por tener ingresos menores a tres salarios mínimos.

El subsecretario de la Secretaría de Salud (Ssa), González Pier, señaló que más que disputar la cobertura y la subrogación de servicios que ya se tienen, hay que ver lo que falta para ofrecer a la población lo que hoy no está incluido todavía en el paquete de servicios del Seguro Popular.

Dijo que la cobertura universal es un asunto complejo y cambiante, por lo que se requieren continuas adaptaciones. Debido al aumento de adultos mayores y la creciente presencia de enfermedades crónicas y discapacitantes, el país tendrá que dar respuesta con servicios de rehabilitación, cuidados paliativos y de largo plazo que hoy no existen o son escasos.