Profesores e investigadores señalaron que el cese masivo de docentes que se negaron a acudir a la evaluación diagnóstica incluida en la reforma educativa tiene por objetivo el sometimiento del magisterio y una transformación radical de las relaciones laborales de los maestros.

En entrevistas por separado, Etelvina Sandoval, investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, y Juan Manuel Rendón, ex rector de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, consideraron lamentable que el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, asuma que su principal función es intimidar y amenazar maestros.

Luego del anuncio del titular de la dependencia para aplicar la normatividad y cesar a 291 educadores y técnicos docentes que no acudieron a la evaluación diagnóstica en agosto pasado, destacaron que se busca aplicar una política draconiana, que lo único que va a generar es la simulación del profesor, que no acude por convencimiento a las evaluaciones, sino por temor a ser sancionado.

Francisco Bravo, ex secretario general del magisterio disidente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en el Distrito Federal, afirmó que el cese de maestros que rehúsen participar en los esquemas de evaluación es una parte central de la reforma. El mensaje es claro: el que no quiera asumir su modelo de lo que debe ser un buen maestro, con su visión pedagógica y bajo el control total del Estado, se debe ir.

José González Figueroa, profesor fundador de la CNTE, indicó que nadie puede quedarse sin hacer una defensa de su trabajo. Se trata de jóvenes que confiaron en la promesa del gobierno federal de que si pasaban su evaluación de ingreso y cumplían con su perfil docente serían maestros, pero al final no ocurrió así.