Viernes 30 de octubre de 2015, p. 13
Mientras millones de mexicanos erigen altares a los muertos y compran flores para adornar las tradicionales ofrendas de alimentos y bebidas, los padres de 43 estudiantes normalistas desaparecidos desde hace más de un año se niegan a aceptar la conclusión gubernamental de que los jóvenes han muerto.
No habrá altar el 2 de noviembre –fecha en que se celebra el Día de los Muertos– para Mauricio Ortega, quien tenía 18 años cuando él y los otros estudiantes fueron detenidos por la policía de Iguala el 26 de septiembre de 2014.
Para nosotros nuestros hijos están vivos, siguen vivos
, dijo su padre. Y, por tanto... llamamos a la población a que sigan acompañando al movimiento de los padres de familia
.
Estamos en la misma postura, que los 43 están vivos
, agregó. No es como lo dice el gobierno, que aceptemos el dolor; para nosotros esto no es posible
.