La Valeta.

La Unión Europea (UE) y África acordaron este jueves un plan conjunto que provee un fondo de mil 800 millones de euros de ayuda a los países africanos para luchar contra las causas profundas de las migraciones, en una cumbre en Malta donde algunos gobernantes africanos expresaron irritación ante los europeos.

La cumbre de La Valeta, capital de Malta, que congregó durante dos días a representantes de 28 estados miembros de la UE y a unos 35 de países africanos, terminó este jueves con un plan de acción común ante la llegada masiva de migrantes que buscan cruzar el Mediterráneo rumbo a Europa, a menudo con resultados trágicos.

La suma aportada en el plan, a partir de 2016, está lejos de ser suficiente afirmó el presidente nigeriano, Issoufou Mahamadou. Pero en su paquete la UE prometió a los países africanos más ayuda al desarrollo y apoyo para evitar que sus habitantes huyan a Europa, mientras los africanos aceptaron volver a recibir a solicitantes de asilo rechazados.

Los europeos ofrecen, además, ayuda a los africanos en la lucha contra la pobreza, creación de empleos, duplicar el número de becas Erasmus y crear más vías para la inmigración legal a Europa. Asimismo, trabajarán por la estabilidad política, los derechos humanos, la lucha contra el terrorismo y apoyos en la protección de fronteras.

Pero hubo irritación entre algunos líderes africanos. Los migrantes de nuestra región no son tan numerosos como se dice, afirmó el presidente senegalés, Macky Sall, y criticó que se les quiera devolver cuando se habla de acoger a sirios y de otras nacionalidades. Su par marfileño, Alassane Ouattara, también expresó su molestia al subrayar que su país, con 25 por ciento de ciudadanos extranjeros, es un modelo de integración.

Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, dijo que el acuerdo de Schengen, que permite el libre tránsito, se ve amenazado y que el tiempo se agota. Al término la cumbre agregó: tenemos que recuperar el control de la frontera externa como condición para la política migratoria europea.

Los líderes de la UE reiteraron su preocupación sobre el acuerdo de Schengen luego de que Suecia volvió a establecer controles fronterizos y de que Eslovenia construye una valla. Más de 180 mil solicitantes de asilo entraron a Eslovenia desde mediados de octubre, según la policía eslovena, y las llegadas continúan, pese a que se acerca el invierno.

En este contexto, la UE propuso otra cumbre especial sobre la crisis migratoria con Turquía, el país que alberga más refugiados sirios y que se ha convertido en punto de tránsito de miles de personas que intentan llegar a las costas europeas, a celebrarse a más tardar en diciembre. Cerca de 1.2 millones de personas han entrado este año ilegalmente en la UE, principalmente por mar, recordó Tusk.

La cumbre tiene como finalidad concluir nuestras conversaciones con Turquía, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en alusión al plan de acción común que la UE quiere que Turquía acepte para que se comprometa a frenar el flujo de refugiados que se dirigen hacia Europa. A cambio, Ankara pide unos 3 mil millones de euros para acoger a los refugiados sirios e iraquíes.