Santa María Xadani, Oax.

Más de mil 400 jornaleros zapotecos de Santa María Xadani se alistaban este viernes para partir rumbo al corte de caña a los ingenios azucareros de los estados de Veracruz, Michoacán, Nayarit y Quintana Roo, como acostumbran desde hace 15 años.

Los labriegos están acostumbrados a trabajar durante seis meses, sin seguro médico ni de vida; pero la situación se les complica ahora, debido a que la Secretaría del Trabajo estatal les redujo a 600 pesos el apoyo de mil 200 que les otorgaba, pues, según les explicaron, no hubo vacantes y se devolvieron a la Federación 2 millones de pesos etiquetados para dicho fin.

Este sábado, unos 700 se dirigirán al estado de Veracruz y otros más a Nayarit. La próxima semana partirá otro tanto a Michoacán y Quintana Roo.

Los xadeños van en compañía de esposas e hijos menores, quienes durante medio año estarán a la deriva, pues tampoco cuentan con seguros.

Los niños y las niñas acuden a escuelas de migrantes de los estados receptores, y al regresar a Santa María Xadani se incorporan a una escuela, también de migrantes.

Los jornaleros dicen que no hay de otra, pues es trabajo y en aquellos cultivos reciben paga, casa, comida y ropa.

Heriberto López Hernández, quien lleva ocho años de jornalero migrante, puntualizó que a él y sus 400 compañeros les pagan 45 pesos de lunes a sábado por tonelada de caña cortada y los domingos, 90 pesos.

Algunos empresarios, sin embargo, pagan 38 pesos la tonelada entre semana y 40 pesos los domingos. No sabe si esto es justo, pues es trabajo, y brinda seguridad a su familia.

Son seis meses que nos vamos y abandonamos nuestra tierra; al regresar de nuevo nos dedicamos al campo y a la pesca. La situación económica es muy complicada, no hay de otra, expresó.

Narró que en estos ocho años que ha trabajado de jornalero su vida ha cambiado para bien, se ha hecho de sus cositas, de su casa, que es lo más importante para él.

Injusto, que vivan a la deriva

Abelardo Pineda Orozco, gestor social y quien ha respaldado a los jornaleros zapotecas desde hace dos años, exigió a los gobiernos del estado y federal dotarles de seguro de vida, porque “es injusto que vivan a la deriva.

No podemos permitir que el seguro de vida sólo sea válido durante el viaje de ida y vuelta, pero durante su estancia no. Los jornaleros y sus familias, es decir, unos 5 mil oaxaqueños, viven en el desamparo por cualquier cosa que les suceda. Ha habido experiencias desagradables y muertes que después de un año ninguna de las partes ha querido atender, expresó.

Los jornaleros no pasan Navidad ni Año Nuevo en sus casas; su regreso sólo coincide con la fiesta de su pueblo, el segundo viernes de Semana Santa.