El cantautor presentará hoy su disco en el Teatro de la Ciudad
Lunes 16 de noviembre de 2015, p. a12
¿Cuántos años en realidad tenemos cada uno de nosotros? No los que señala el acta de nacimiento, sino los vividos a plenitud.
Hay quienes han acumulado más tiempo, experiencia interior que se refleja en las arrugas, en las ojeras, en los pliegues que cuelgan, en la barba cana y en la mirada, porque hay secretos, como en los ojos de la foto de la portada del reciente disco de Rafael Mendoza –trovador durante tres décadas–, titulado Mil años después, que presentará este lunes en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
En entrevista, preguntó: “¿Qué por qué se llama Mil años después? ¡Nomás mírame!
“Este disco lo empecé a imaginar a principios de este año. Son 12 temas, dos ya estaban grabados: ¿Qué me pasa?, de 1997, que se incluyó en un casete; también, Para saber de la mañana, que grabé en vivo con David Haro y Marcial Alejandro en un disco que es completamente accidental. Busqué un arreglo que las fortaleciera y las hiciera más consistentes, y tuve la oportunidad de hacerlo ahora. El periodo que abarca el disco es muy amplio. Viene una canción con Édgar Oceransky, la cual escribí hace cerca de 20 años, y grabé otra que escribí hace unos meses, por lo que el cedé representa toda esta trayectoria y expresa la diversidad que tienen mis álbumes. Tiene una canción ranchera, un blues, boleros, piezas que suenan a son,para bailar, a son mexicano; hay un tema de reggae... es diverso, como mis producciones anteriores.
“Mi carrera comenzó con el primer disco, en 1987, con la primera canción seria que hice en 82, que se llama Por las carreteras, que grabó Amparo Ochoa.
Trabajamos con los sonidos reales de los instrumentos y es lo que escucharán en el Teatro de la Ciudad, con los músicos que suelen acompañarme: Paolo Marcellini en el bajo eléctrico, Sibila De Villa en sax y flauta, Izakum Vázquez en las percusiones, Federico Luna Nájera en la armónica y la batería, Jorge García Montemayor en las guitarras, y el cantautor invitado, Mario Choperena, además de tres cantautores especialísimos, quienes me permiten expresar el vínculo con lo que viene, que son los cantautores jóvenes, y lo que me precede: Oceransky. Miguel Inzunza y Óscar Chávez. Cada uno canta un tema conmigo en el disco
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Cálido, potente
Mendoza precisó: Del sonido: decidí hacer algo cercano a lo que hacemos en vivo. Trabajé arreglos y dirección musical con Marchellini, el bajista. El sonido es, en una definición mía, de carne y hueso. ¿En qué se basan o inspiran quienes no tienen calle, desveladas, tragos? No sé. Tal vez en Discovery Channel. Nuestro disco es cálido en su sonido, potente, con arreglos sencillos. Encontramos un sonido muy natural, incluso contemporáneo. Suena casi como si hubiera sido grabado en vivo.
Afirmó que ser compositor es ser observador del mundo y estar atento a lo que pasa. Un trovador contemporáneo tiene mucho que observar y decir. Esto último se relaciona con la vida colectiva. Se dice que faltan cronistas de la ciudad, pero yo creo que he intentado hablar de mi ciudad y de mi tiempo. Hay muchos cantautores cuya poética tiene un valor testimonial. Incluso hay materiales que pueden servir para educar, para los niños que empiezan a leer...
Agregó: “Me da gusto que me estén cantando los jóvenes, como público, y los cantautores. Así, la obra de un cantautor puede pervivir. En el Metro acabo de escuchar a un muchacho interpretando una de mis composiciones, y en otro transporte a un chavo con Pan de muerto. ¡Qué bueno!”
Boletos en taquilla y al 5325-9000. Se da 50 por ciento de descuento a estudiantes, maestros, militares y trabajadores del gobierno.