Muchos organismos públicos son barriles sin fondo
, reprocha
Martes 17 de noviembre de 2015, p. 25
La inversión pública, motor de crecimiento fundamental
para el país, fue el renglón más castigado
y donde se concentró el mayor esfuerzo de ajuste al presupuesto de egresos para el próximo año, por lo que resulta vital incrementarla, no bajarla, como está ocurriendo
, dijo el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
El organismo señaló que uno de los objetivos fundamentales de la Agenda por México, que firmaron el Ejecutivo federal y el sector privado en 2012, fue incrementar la inversión total hasta 25 por ciento del PIB, con una participación del gobierno al menos de 6 por ciento, situación que no se ha cumplido.
Es claro que esta situación debe corregirse, y hay que hacer lo necesario para que en los años subsecuentes se recupere el gasto de capital gubernamental
, dijo.
El presidente del organismo Gerardo Gutiérrez Candiani consideró acertado que se hayan incrementado los recursos en renglones asociados al gasto social, siempre que se ejerzan con eficiencia, transparencia y rendición de cuentas
.
También elogió la intención del gobierno federal de implementar el modelo de presupuesto base cero, aunque reconoció que no pudo llegar más lejos.
Muchas partidas del gasto público, las más cuantiosas, están vinculadas a obligaciones laborales o financieras, contratos o leyes. Así se evidenció en el escaso margen de maniobra para el ajuste. Se logró una reasignación presupuestal importante, pero moderada en relación con las dimensiones del total del presupuesto
, consideró.
La reingeniería del gasto público debe ser prioridad de Estado, porque de no realizarla, éste será insostenible a largo plazo, de cara a los compromisos ineludibles en ascenso
, en especial en materia de pensiones, deuda y gasto federalizado, los cuales representan casi 18 por ciento del PIB y más de tres quintas partes del presupuesto, expuso.
Candiani demandó emprender una revisión a fondo de los sistemas de pensiones gubernamentales, como ya se hace en entidades como Petróleos Mexicanos, así como replicar la restructuración financiera en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Aseguró que muchos organismos públicos, en los tres órdenes de gobierno, son barriles sin fondo
en los que existen indicios de opacidad y poca evaluación objetiva de sus resultados, lo que representa una importante presión al gasto. Añadió que es tiempo de empezar a distinguir entre el gasto público y el que se canaliza a la clase política.