El director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Alfredo Castillo, rechazó que esté en riesgo la participación de México en los Juegos Olímpicos de Río 2016, ya que se trata de una cultura del rumor, del chantaje y desesperación de un grupo de presidentes de federaciones que han sido denunciados ante la Procuraduría General de la República (PGR).

“Se juntaron al verse descubiertos y son buenos para decir ‘no te metas’, pero siguen pidiendo dinero público, es un tema contradictorio. No quieren que el Estado se involucre, pero desean que les siga pagando todo y que los mantenga. Es una aberración”, declaró el dirigente en espacios de radio y televisión.

Sobre las quejas que presentaron algunas federaciones a través de un documento entregado al Comité Olímpico Mexicano (COM), y a su vez al Comité Olímpico Internacional (COI) por la intervención del gobierno, arguyendo la violación a la Carta olímpica, Castillo declaró:

Son estos mismo los que empiezan a decir que podría llegarse a una desafiliación como una manera de presionar, pero yo no tengo ninguna notificación del COI en la que se vaya a dar una situación de estas.

Insistió en que el enojo de los dirigentes –atletismo, boxeo, pentatlón moderno, tiro con arco, lucha, beisbol, basquetbol, taekwondo, levantamiento de pesas y frontón– comenzó en el momento en que dejó de entregarles dinero porque no han comprobado recursos.

Muchas de esas federaciones son mafias de años y su última opción, como diríamos los penalistas, es acudir al COI a desinformarlo y hacerle ver una realidad que no es, sostuvo Castillo, quien agregó que además de pedir dinero les encantan las competencias en Dubai y Shanghai, lugares exóticos con delegaciones de 30 a 40 personas, y cuando son en sitios no atractivos, no los inscriben.

Negó que quiera imponer a gente de su confianza al mando de las federaciones: Es otro chantaje. Lo que deseamos es que llegue gente honorable, decente, correcta, que le preocupa el atleta.

A su vez, Carlos Padilla, presidente del COM, manifestó que lo único que hizo fue prender los focos amarillos en prevención a lo que puede suceder en poco tiempo, sobre una posible desafiliación ante la injerencia del gobierno por la forma en que la Conade quiere hacer cambios en las organizaciones sin un proceso democrático.

El dirigente dijo que el COM está abierto para cualquier tipo de fiscalización y que si hay culpables, que sean llamados a declarar.