Managua.

Estados Unidos busca una solución en conjunto con los gobiernos de Centroamérica a la crisis de casi 2 mil migrantes cubanos que permanecen varados en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, dijo la embajadora estadunidense en esta capital, Laura Dogu.

En declaraciones a la prensa local, Dogu se refirió al problema migratorio suscitado en la frontera sur de Nicaragua, cuyo gobierno negó autorización para que migrantes cubanos ingresaran al territorio en su ruta hacia Estados Unidos. Estamos en contacto con todos los países de la región para ver lo que está pasando y tratar de arreglar la situación, aseguró.

Es importante hablar con todos los países, no sólo con Nicaragua y Costa Rica, porque ellos (los cubanos migrantes) han venido desde Ecuador, Colombia, Panamá y piensan pasar por los países del norte; entonces estamos trabajando en conjunto, afirmó.

La embajadora estadunidense señaló que si bien su país está involucrado en este problema, por ser el destino final de la travesía cubana, es Costa Rica la que debe atender a los migrantes en este momento.

Indicó que en caso de que los cubanos lleguen a su país, Estados Unidos va a darles permiso de vivir conforme las leyes establecidas y vigentes.

La Ley de Ajuste Cubano, promulgada en 1966, otorga a los cubanos la residencia permanente en Estados Unidos y facilidades laborales y sociales, mientras la legislación conocida popularmente como pies secos, pies mojados acepta a los emigrantes cubanos que toquen territorio estadunidense, pero devuelve a la isla a quienes son interceptados en alta mar.

Nicaragua pidió llevar el tema este jueves a una sesión del Consejo de Seguridad del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) en El Salvador. El encuentro se celebrará el próximo martes.

Los países han reaccionado de forma positiva y solidaria, han entendido que el aspecto humanitario está en juego y que debe ser abordado de manera integral por toda la región, aseguró el canciller costarricense, Manuel González, quien el miércoles abogó por la creación de un corredor humanitario para los migrantes.

Nicaragua acusó horas antes a Costa Rica de intentar bloquear la discusión sobre el tema en el ámbito regional.

Los cubanos temen que el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, efectuado en julio pasado, lleve a la eliminación de los beneficios migratorios que gozan al presente, algo que Estados Unidos ha negado. Su ruta comenzó en el sur, con un vuelo comercial hacia Ecuador, desde el cual iniciaron un recorrido por el que pagaron unos 15 mil dólares a traficantes de personas, que los llevó a pasar las fronteras de Colombia y Panamá, siempre con la misma estrategia: atravesar sin visa hacia la siguiente frontera.

El gobierno de Costa Rica desmanteló la banda y los isleños quedaron en el limbo. Y en la frontera de la que menos esperaban trabas, según dijeron, fue en la que quedaron retenidos sin saber si podrán seguir el camino.

En otro asunto, el Stonegate Bank, de Pompano, Florida, comenzó a ofrecer una tarjeta MasterCard de débito que los viajeros de Estados Unidos podrán utilizar en hoteles, restaurantes y otros sitios en Cuba.

La tarjeta no funcionará en ninguno de los cajeros automáticos de la isla, aunque el banco dijo que espera tener disponible ese servicio en 2016.

MasterCard anunció en enero que comenzaría a manejar transacciones con tarjeta estadunidense en Cuba, pero la mayoría de los emisores de tarjetas de crédito aún prohíben transacciones en la isla, lo que hace que la medida sea mayormente simbólica.