Moscú.

El Parlamento de este país, ayer en sesión conjunta de sus dos cámaras, la primera que se llevó a cabo desde la reincorporación de Crimea a la Federación Rusa en marzo del año anterior, aprobó endurecer el castigo por delitos de orden terrorista, a tono con la reciente advertencia del presidente Vladimir Putin de que quienes cometan atentados contra ciudadanos rusos deben saber que la venganza es inevitable.

Así lo asienta la declaración adoptada por los legisladores, la cual califica el terrorismo de peste del siglo XXI, y sostiene que debe ser derrotado antes de que golpee de nuevo.

Para los senadores y diputados rusos el terrorismo tiene que ser declarado un crimen que no prescribe nunca y que todos los estados del planeta persiguen.

Durante las dos horas que duró la sesión, los legisladores se disputaron la tribuna para formular las propuestas más controvertidas, incluso contrarias a la opinión oficial del Kremlin, como restablecer la pena de muerte para los terroristas.

Otros legisladores recomendaron abrir cárceles exclusivas, donde los condenados por terrorismo estén aislados; quitar los pasaportes a sospechosos de ser proclives a grupos radicales para evitar que viajen; aumentar el número de efectivos de las dependencias encargadas de la seguridad del Estado; declarar adeptos del diablo a los militantes del grupo yihadista Estado Islámico (EI), a sugerencia de un jerarca de la Iglesia ortodoxa.

También se mostraron convencidos de la necesidad de endurecer aún más el castigo por cometer acciones terroristas, así como por contribuir a ellas, mediante el reclutamiento de potenciales atacantes, la difusión de métodos y prácticas de terror, el financiamiento o cualquier otro tipo de apoyo a grupos terroristas, por mencionar sólo algunas iniciativas.

Al final, sin embargo, los integrantes del Parlamento local dejaron la retórica de lado y se limitaron a cumplir el propósito que los reunió hoy: aprobar una declaración de apoyo a Putin.

Los legisladores, en ese documento, rei-teraron que el mandario ruso –al ordenar que se intensifiquen los bombardeos en Siria en respuesta al atentado yihadista que hizo explotar un avión de pasajeros ruso en Egipto– se basó en el artículo 51 de la Carta de la Organizaciones de Naciones Unidas, que da luz verde para emprender la legítima defensa ante una agresión.