La víctima, una sargento, tras denunciar el caso ha sido objeto de intimidación
En esta semana un juez militar deberá determinar la situación jurídica del mando castrense
Lunes 23 de noviembre de 2015, p. 6
Un juez militar ordenó la aprehensión del mayor de sanidad Víctor Hugo Zamora Manzo, jefe de la oficina administrativa del Centro Hospitalario del Estado Mayor Presidencial, ubicado en la ciudad de México, a quien una sargento que labora en ese nosocomio acusa del delito de abuso sexual, según consta en el documento de orden de captura, del que posee copia La Jornada.
Moisés Aguilar Sánchez, juez segundo militar adscrito a la primera región del Campo Militar número uno, libró el pasado primero de octubre la medida cautelar de captura, luego de que la sargento Maricruz Olvera Martínez, de 38 años de edad, acusó al mando militar ante la Procuraduría General de Justicia Militar y ante la Fiscalía de Atención a Delitos contra Mujeres de la Procuraduría General de la República, de haberle hecho tocamientos sin su consentimiento y de haberla obligado a observar en privado actos sexuales y libidinosos.
El mayor Zamora Manzo fue detenido el pasado viernes por efectivos de la policía militar, pero después de permanecer unas horas retenido en el Campo Militar número uno recuperó su libertad al haber tramitado un amparo ante el juzgado decimocuarto de distrito de la ciudad de México.
Según consta en el expediente judicial 907/2015, el juzgado decimocuarto de distrito de amparo penal otorgó la suspensión al mando militar tras haberle fijado el pago de una fianza, para el efecto de que no sea privado de su libertad de manera ilegal.
El delito de abuso sexual está previsto en el artículo 176 del Código Penal Federal (que se aplica de manera supletoria al Código de Justicia Militar, por mandato expreso del artículo 57 fracción segunda de la misma norma) y no es considerado grave, por lo que permite a los acusados de ese delito gozar de la libertad bajo caución.
En el transcurso de esta semana el juez segundo militar determinará la situación jurídica del mayor, ya sea con un auto de formal prisión o de libertad, y en caso de quedar sujeto a proceso será juzgado bajo la jurisdicción y leyes procesales de la milicia.
Los hechos que la sargento Olvera Martínez imputa al mayor de sanidad Zamora Manzo ocurrieron el pasado 17 de enero a las 11 horas en la oficina del jefe administrativo del Centro Hospitalario del Estado Mayor Presidencial, donde el mando militar le hizo tocamientos y la obligó a observarlo mientras se masturbaba, según narró la afectada en su denuncia de hechos.
Presión de altos mandos
Lo que vino después para la víctima fue una serie de actos de intimidación
de altos funcionarios de la Secretaría de la Defensa Nacional), para que la sargento se desistiera de las imputaciones hechas al mayor, y a fin de que retirara una queja que presentó en marzo pasado ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, por violación a sus garantías individuales.
Desde que presentó su denuncia penal, la sargento ha sido sometida a innumerables exámenes de control de confianza, ha tenido que responder a la práctica del polígrafo, amén de que el 4 de mayo pasado el teniente coronel Andrés Cortés Ríos, del área de quejas de la ayudantía y contraloría general del Estado Mayor, le ofreció un departamento y un cambio de área a fin de que se desistiera de su querella, lo que fue rechazado por la víctima, según se desprende del expediente.
El mayor Zamora Manzo estudió la carrera de técnico en enfermería militar en la Universidad del Ejército Mexicano y Fuerza Aérea, y en 1998 obtuvo la cédula profesional número 2737435.1