ndré Pierre Gignac llegó para poner el brochazo de talento que tanto necesitaba la Liga Mx. Lo que fue sólo polvo de estrellas con Ronaldinho –astro en el ocaso–, es el clímax con el ariete francés, que incluye una promesa de tres años más de plenitud.

Y como amor con amor se paga, el futbol mexicano resultó el trampolín perfecto para que Didier Deschamps, seleccionador francés, reparara en el apodado Dedé, quien tras haber sido calificado de loco por su decisión de venir a México ahora acapara portadas en el futbol europeo.

Gignac celebrará en plena liguilla su cumpleaños 30, el 5 de diciembre, pero quiere festejarlo con el pase a la final. Sería su segunda cúspide con Tigres, después de la derrota en la Copa Libertadores, que lo convirtió en el primer jugador galo en pisar el máximo escenario del balompié sudamericano.

Tigres tiene todo para ser campeón. Un técnico talentoso que hace un par de meses quiso retribuir un poco de lo mucho que le ha dado el futbol mexicano. Tuca Ferretti llegó al Tri y puso orden en la casa, jalón de orejas por acá y por allá, incluyendo a los desorientados federativos, que no dejaron de rogarle que se quedara.

Ferretti, Mejía Barón, Chima Ruiz y talentos que hacen equipo cocinan lo que pretende ser un torneo perfecto, que comenzó con una buena pretemporada, un draft en el que se deshicieron de ocho jugadores a cambio de una sola y millonaria adquisición: Jürgen Damm.

Pero la contratación bomba fue, sin duda, Gignac, a quien le pareció exótico aterrizar en México, pero abrió una ruta y ya se menciona a seis jugadores franceses interesados en la Liga Mx (dos o tres con Tigres). Sería justo que también algunos talentos juveniles de la Universidad Autónoma de Nuevo León recularan en la tierra de Zinedine Zidane.

Bien se sabe que uno de los factores que decidieron a Jean Pierre fue la afición de Tigres, explosiva, delirante, fanática; Gignac hoy está de romance con la barra Libres y Lokos. En tanto, la televisión española y la francesa exhibieron sobradamente el par de golazos que anotó en la serie ante Chiapas, cuyo técnico, Ricardo LaVolpe, se quitó prematuramente el bigote.

Pero hay otros tres equipos con la misma aspiración: Pumas, América y Toluca. El América se deshizo de forma expedita del decepcionante León, que no se dio cuenta de que la liguilla había comenzado. Nadie le dio un curso introductorio al timonel Juan Antonio Pizzi respecto de la fase final, y cuando abrió los ojos ya estaba fuera.

Los Tigres se enfrentarán a un desdibujado Toluca, que perdió el punch en los cuartos de final y batalló en exceso para superar al aguerrido Puebla. La otra semifinal reditará el clásico capitalino. El América parece ahora el favorito frente a unos Pumas que dejaron muchas dudas en su par de encuentros frente al Veracruz.

Las Águilas cuentan con el talento de Darío Benedetto y los esporádicos chispazos de Oribe Peralta, Osvaldo Martínez y compañía. El discreto Ignacio Ambriz da la cara de buena forma por los técnicos locales en la abrumadora invasión que remata con Luis Zubeldía, de tan sólo 34 años, contratado por Santos Laguna.

Los Pumas agradecen la manita arbitral e hicieron valer el segundo criterio de desempate: la posición en la tabla general, ante unos crecidos escualos que lucharon hasta el final, con soberbia actuación del portero Melitón Hernández, quien impidió un triunfo incuestionable del equipo de Guillermo Vázquez.

José Cardozo, timonel de los choriceros, vive su quinta liguilla y sigue con las manos vacías; suele superar los cuartos de final, pero el invariable atorón ocurre en las semifinales. En tanto, el equipo de Pablo Marini, que tenía la presión a tope ante la exigencia de su directiva de dar vida al remodelado estadio Cuauhtémoc, hizo sufrir intensamente al favorito Toluca.

Los Bravos de Ciudad Juárez, recién llegados a la Liga de Ascenso gracias a una promoción que amplió el número de participantes, están ya en la final. Curioso caso el del equipo comandado por Sergio Orduña. En el draft contrataron a 22 jugadores desesperados, amenazados por el desempleo, y disputarán el título con el Atlante, dirigido por Eduardo Fentanes.

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