uan Ramón de la Fuente será homenajeado el día de hoy (lunes) en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Jalisco. El ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que lidió el difícil toro (y si me permite el irrespetuoso símil) de la huelga que tenía paralizada nuestra universidad y resolvió entre vítores.
Ignacio Solares que fue espléndido director de la Revista de la Universidad hasta la fecha lo comenta en el libro La Universidad Rediviva de reciente aparición, en la que relata sabroso diálogo con el siquiatra y apunta ideas que habrá que estudiar y profundizar sobre el futuro de la UNAM.
Ignacio y Juan Ramón, grandes aficionados domingueros a la fiesta brava, habrán seguido los incidentes de las magistrales faenas de Diego Urdiales, el torero riojano. En especial la cuajada al quinto toro de la tarde de la ganadería de Barralva, que empezó con largo recorrido, luego cambió de lidia y pareció que traía gatos en el morrillo y puñales busca-ingles. Toro al que sometió y consiguió darle naturales chipen y Oh! nadie es perfecto, mató de un bajonazo que no puede ser de gitano celoso
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En cambio Octavio García El Payo apechugó con el sexto de la tarde –que como todos sus hermanos fueron justititos de presentación y desigual juego– que de llegada saltó al callejón.
Anunció que era un toro terrorista. Octavio al igual que Diego Silveti, el domingo pasado, ante la falta de recursos para poderle al toro, se arrimó en forma tremendista al torito llevándose dos volteretas de órdago que le valieron una oreja más otra de su segundo enemigo; agarrado al piso, facilón al que toreó con sentimiento.
Habrá que calibrar con detalles el quehacer torero de Diego Urdiales, que llama la atención al dejar de lado adornos, medios pases y derechazos fuera de cacho. Estilo seco de torear. Lo opuesto al toreo pegajoso que se acostumbra en la actualidad. Hasta que aparece el toro toro…