Lunes 30 de noviembre de 2015, p. 49
La llamada economía informal responde al desempleo que genera el cierre de empresas, el deterioro de los salarios y una menor demanda de mano de obra, por lo que la reducción de la desigualdad y el desarrollo nacional dependen, en parte, de la reconstitución del tejido productivo formado por las pequeñas y medianas empresas, lo que incrementaría el consumo, el ahorro y aumentaría el bienestar social, sostiene un análisis del Observatorio Económico de México de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Si bien se trata de microindustrias que movilizan reducidas cantidades de factores de producción (trabajo y capital) y generan un volumen de producción muy pequeño en la escala de los grandes agregados macroeconómicos, estas unidades han mostrado una gran capacidad de supervivencia y flexibilidad
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Según el análisis Equidad, desarrollo y concentración del ingreso en México
publicado en Reporte Macroeconómico de México, para reducir la inequidad es necesario pasar de un sector informal, actual refugio de una población marginada, a un sector formal generador de dinámicas propias.