Es una pena retirar a una gran boxeadora, dijo la campeona mundial Yessica Kika Chávez sobre el combate del sábado ante la italiana Simona Galassi. Lo expresa como si fuera una salida irremediable y que de cualquier modo debe cumplir.

La diferencia de edad entre las contendientes es lo bastante amplia como para suponer que hay una ventaja biológica. Galassi tiene 43 años y la conciencia de que esta será su última oportunidad en el boxeo. Kika tiene 27 y hará su primera defensa del cinturón mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que recién le arrebató a la regiomontana Arely Muciño.

Definitivamente la edad pesa mucho y se verá este sábado. Sabremos qué piernas trae para la pelea y si puede aguantarle a una boxeadora que aún está en sus 20, señaló Chávez.

Aclaró de inmediato que no es ninguneo. Considera a Galassi una pugilista que se mantuvo como una campeona sólida durante varios años.

El sábado desafortunadamente retiraré a una gran campeona como Simona Galassi, Estoy convencida de que regresará derrotada a su país, no como monarca sino como una gran boxeadora que peleó con lo mejor del mundo y que en su última oportunidad intentó conquistar un título”, dijo Kika.

La italiana aseguró que no se siente presionada con la idea de que será su última oportunidad para volver a tener un campeonato mundial.

Ella encuentra un incentivo en esa circunstancia y en el reto que lleva implícito: en México perdió el cinturón mosca ante Mariana Juárez en 2011; acá quiere recuperarlo.

“Tengo más determinación. ¿Si fallo se acabará todo? Pues como en la vida, se puede errar y terminar todo, pero lo importante es hacer el esfuerzo.

Dieciséis años de diferencia de edad es mucho, pero para mí eso no es un problema. Todos los días entreno con niñas de 20 y me siento bien, mi mentalidad es seguir en el boxeo y ser la mejor de nuevo, indicó Galassi.