Colima, Col.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) turnó a su par nacional el caso de los 33 reos que resultaron infectados por un brote de hepatitis en la prisión de Colima, ocho de los cuales fallecieron, informó Hermilo Sabino Flores, presidente del organismo local.

La enfermedad fue detectada el 20 de noviembre pasado, por lo que la Secretaría de Salud y Bienestar Social del gobierno del estado aplicó un programa de vigilancia que incluye pruebas de detección a los reclusos y la atención, mediante un médico internista y un gastroenterólogo.

La dependencia confirmó que hubo ocho víctimas mortales y 25 internos continúan afectados por dicho padecimiento.

Luego de una investigación de oficio, la CEDH emitió medidas cautelaras dirigidas a la Secretaría de Salud y a la Dirección de Prevención y Readaptación Social del gobierno del estado para reforzar acciones de salud e higiene en el centro penitenciario.

Sabino Flores dijo que debido a que existen internos por delitos federales, “se solicitó a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) investigar las causas y deslindar las responsabilidades.

Se solicitó su intervención y auxilio con personal médico especializado en esas contingencias, pues la comisión estatal no cuenta con especialistas de ese tipo. Una de sus visitadurías se encarga de la atención a todo el régimen penitenciario del país, agregó.

Para afinar detalles, dijo, sostendrá una reunión con el ombudsman, Luis Raúl González Pérez.