Atenas. El gobierno griego acordó con sus acreedores internacionales un nuevo paquete de reformas, el cual fue presentado ayer al Parlamento. Según la agencia de noticias ANA, las modificaciones tendrán que ser aprobadas antes del 18 de diciembre para que pueda liberarse el próximo tramo de ayuda, por mil millones de euros, y evitar que el país entre en quiebra. Sobre el gobierno sobrevuela el miedo a una pérdida de la mayoría, apuntó el periódico griego To Proto Thema, en referencia a la débil mayoría gubernamental de tres escaños. Uno de los puntos más controvertidos de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo fue la organización de un fondo de privatización para vender empresas estatales. Atenas se negaba a renunciar al control del fondo y, según ANA, entre los administradores del mismo habrá tres representantes del gobierno griego. También había disputas sobre qué hacer con los créditos basura por más de 56 mil millones de euros que tienen los bancos griegos.