La situación de clínicas y hospitales del estado, igual o peor
que con Andrés Granier
Lunes 14 de diciembre de 2015, p. 38
Villahermosa, Tab.
Unos 2 mil médicos, enfermeras y trabajadores administrativos de hospitales de Tabasco participaron ayer en la Marcha pacífica de batas blancas para exigir a la Secretaría de Salud (Ssa) del gobierno del estado, como lo han hecho desde hace años, equipamiento adecuado y entrega puntual de insumos para mejorar el servicio a los derechohabientes de la entidad.
Los manifestantes pidieron a las autoridades estatales, particularmente al secretario de Salud, Juan Filigrana Castro, que surtan medicamentos y equipen adecuadamente los hospitales del estado porque Tabasco necesita una salud sin pretextos
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Dijeron que su principal preocupación es atender a los pacientes, pero enfrentan numerosas carencias. La situación del sector está igual o peor que como la dejó la administración del priísta Andrés Granier Melo
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En la movilización participaron médicos de todas las especialidades, personal de enfermería y trabajadores sociales. Se sumaron al contingente ciudadanos y maestros que portaban lonas y pancartas con diferentes demandas.
Algunos manifestantes pedían a gritos la renuncia de Filigrana Castro, quien apenas la semana anterior advirtió en la tribuna del Congreso local que él no dejaría el cargo porque es útil
y da resultados
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La marcha de ayer estuvo encabezada por Micaela Saldaña García y Guillermo Morelos Villegas, de la Sociedad Médica del hospital Gustavo A. Rovirosa García, quienes en días anteriores denunciaron públicamente las carencias que padece ese nosocomio.
A los dos profesionales la Ssa les inició sendas actas administrativas la semana anterior por haber denunciado ante una televisora de cobertura nacional, lo mismo que a un noticiario de radio local, las carencias de equipo adecuados en las salas de operación y de urgencias, así como la falta de medicamentos y material de curación en los principales hospitales del estado.
La movilización se inició a las 8 horas frente al hospital Gustavo A. Rovirosa y concluyó frente a la Quinta Grijalva, casa de gobierno, donde los médicos dejaron un escrito con sus peticiones dirigido al gobernador Arturo Núñez Jiménez.