Ofrece un estudio detallado de esa época reflejada en la muestra del Palacio de Bellas Artes
No fue ajena a las contradicciones y a la tragedia que encierran todas las trampas revolucionarias
, escribe Sergio Raúl Arroyo
Certamen de cartel para acercar el público a ese movimiento estético
Sábado 19 de diciembre de 2015, p. 4
Es difícil no deslumbrarse por la originalidad formal del arte y por la empresa cultural que trajeron consigo las vanguardias, escribe Sergio Raúl Arroyo, curador de la muestra Vanguardia rusa: el vértigo del futuro, en el catálogo de esa exposición que se presenta en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
El libro, cuya edición en español consta de 3 mil ejemplares, fue dado a conocer hace días durante una Noche de Museos en el máximo recinto cultural del país y no sólo complementa la visita a una de las muestras más completas que se han montado en el mundo acerca del periodo de la vanguardia ruso-soviética del siglo XX, sino que propone un detallado estudio de esa época.
Además del ensayo curatorial de Arroyo se incluyen textos de los especialistas Adriana Bellamy, Alexander Lavrentiev, Alla Semenyuk, Dmitry Rodionov, Elena Barkhatova, Horacio Fernández, Vera Tevekhina, Iria Korobina, Irina Rindenko, Jorge Juanes, Juan Manuel Bonet, Maria Khaltunen, Tatiana Enikeeva y Margarita Tupitsyn.
Desde sus inicios, hasta los años inmediatamente posteriores a la revolución, se trata de un momento en el que reina lo heterogéneo, en el que se crean alrededor de la esfera artística nuevas funciones sociales, ampliando notablemente el horizonte de disciplinas y públicos. Pero la vanguardia no fue ajena a las contradicciones y a la tragedia que encierran todas las trampas revolucionarias
, continúa el curador en su escrito.
Signos de una época turbulenta
Arroyo reitera que la muestra en el Museo del Palacio de Bellas Artes “es una operación memoriosa dirigida a percibir, pensar y constatar el arte de la vanguardia, un ejercicio analítico que va más allá del espacio físico del museo y las aulas.
Nos guste o no, las vanguardias ruso-soviéticas están inscritas en el intrincado libro del convulso y cambiante siglo XX, son una experiencia susceptible de ser descifrada como algo inmerso en signos, símbolos, alegorías y testimonios que describen una época turbulenta en la historia de la humanidad y también uno de los momentos más brillantes en la historia del arte.
A propósito de la colección de dibujos eróticos de Serguéi Eisenstein, María Khaltunen apunta en el catálogo: Es asombroso cómo algunas palabras, pronunciadas al parecer casualmente, afectan el destino de una persona, incluso después de su muerte. Eso pasó con el seudónimo que utilizó Eisenstein en su juventud, formado por su propio nombre, Serguéi: Sir Gay. Precisamente así firmaba sus dibujos en la época anterior a la revolución en Petrogrado, en ese entonces esa palabra no tenía la carga de sentido actual, sino que para cualquier joven en Rusia significaba simplemente alegría
. La especialista añade que los dibujos del realizador de la película El acorazado Potemkin (1935) “son una de las cosas más extrañas en el arte de la primera mitad del siglo XX. Cuando uno los descubre, lo primero que llama la atención es la gran cantidad. Actualmente se conservan algunos cientos, pero han desparecido posiblemente muchos más.
“Después asombra la temeridad sin precedente de las imágenes, que impactan hasta hoy y quizá en el siglo venidero. Escenas homosexuales, de necrofilia, pedofilia, increíbles sacrilegios, sexo en grupo, desmembramiento. A primera vista, parece imposible que una misma persona pudiera crear obras tan discordantes como el extraordinario Iván el terrible (1944) y, por ejemplo, el extraordinariamente detallado ciclo de dibujos El muchacho de tres piernas, donde, al final de cuentas, todo se reduce a cómo puede utilizarse la pierna sobrante para el placer general.”
Más de 500 obras
Vanguardia rusa: el vértigo del futuro reúne más de 500 piezas (de unos 100 artistas) creadas entre 1911 y 1948 por Vladimir Tatlin, Aleksandr Ródchenko, Kazimir Malévich, Vasili Kandinski, Vladimir Maiakovski, Natalia Goncharova, Olga Rozánova y Varvara Stepánova, entre otros.
Con la finalidad de acercar al público a ese movimiento el Museo del Palacio de Bellas Artes, en colaboración con las empresas 5m2, BikeOn y el Centro de diseño, cine y televisión, convoca al concurso de cartel ¡A la vanguardia!
Los participantes deberán hacer un cartel inédito utilizando la estética rusa, el cual promoverá alguna de las disciplinas que se exploran en las salas del recinto: literatura, cine, pintura, música, fotografía, escultura y teatro.
Deberán subirlo en formato digital a la página de Facebook del museo (www.facebook.com/museopalaciobellasartes), sea en jpg o png con peso máximo de 2 MB y una resolución de 72 dpis. Del trabajo ganador se solicitará el material en una resolución mayor.
El jurado estará integrado por investigadores del museo, que ponderarán la técnica, el concepto, la estructura, la creatividad y el uso de montaje y/o collage, así como el poder de transmisión del mensaje. Los ganadores se darán a conocer el 11 de enero de 2016, en las redes sociales del museo.
El primer lugar recibirá una bicicleta eléctrica plegable, el segundo una convencional y el tercero un candado con alarma y casco. Además, se les entregará un ejemplar del catálogo de la exposición y el libro conmemorativo por los 80 años del Museo del Palacio de Bellas Artes.
Más información en el sitio web de la muestra (www.museopalaciodebellasartes.gob.mx/exposicion/vanguardia-rusa).
La exposición cierra el 31 de enero de 2016.
