En 2014 el propio suizo puso en marcha la investigación
Miércoles 23 de diciembre de 2015, p. a10
Londres.
La polémica decisión de la FIFA de realizar el Mundial de Rusia y Qatar tumbó a dos votantes estelares: a Joseph Blatter y Michel Platini, aunque los anfitriones parecen intocables.
Ningún miembro del comité ejecutivo del máximo órgano rector del futbol internacional ha sido castigado directamente por su voto en diciembre de 2010 y los investigadores no han descubierto evidencia que justifique quitar esas justas de 2018 y 2022, de manera respectiva.
Sin embargo, la votación fue fundamental en las suspensiones de ocho años que la FIFA aplicó el pasado lunes a su presidente Blatter y a Platini, el mandamás de la UEFA.
Las sanciones del Comité de Ética de la FIFA surgieron de las pesquisas financieras que comenzaron tras la sospechosa votación de 2010, cuando el comité ejecutivo eligió a los dos países al mismo tiempo.
Para Blatter, el fallo del lunes también tuvo una cuota de ironía. El dirigente suizo fue quien puso en marcha la investigación que terminó con su suspensión del organismo que dirigió durante 17 años.
Ante nuevas presiones y sospechas de corrupción en noviembre de 2014, Sepp radicó una querella ante las autoridades suizas, autorizándolas a recibir todos los documentos de una investigación secreta sobre las candidaturas y la votación para los mundiales, que según él nunca vio.
Si tuviéramos algo que esconder no estaríamos llevando esto ante la oficina del fiscal general... esto demuestra que la FIFA no se opone a la transparencia
, dijo Blatter en aquel momento con su usual bravuconería.
Cuando los fiscales empezaron a revisar las cerca de 900 páginas de evidencia recopilada por el estadounidense Michael Garcia, su atención se enfocó en las cuentas bancarias de los votantes de 2010.
En mayo pasado, día en que la policía de Zurich arrestó a varios dirigentes de la FIFA por pedido de las autoridades estadunidenses que investigan la corrupción en el futbol, las autoridades suizas también confiscaron evidencia en la sede del organismo rector.
Al congelarse cuentas bancarias, un programa especializado detectó un pago sospechoso de 2 millones de francos suizos (2 millones de dólares) que Platini recibió de Blatter a principios de 2011.
Cuando estaba por terminar una reunión del comité ejecutivo en septiembre, los fiscales llegaron a la sede de la FIFA e interrogaron a Blatter y Platini sobre el pago. Blatter fue declarado sospechoso, y Platini considerado entre testigo y acusado
. La seriedad de las acusaciones obligó a la FIFA a suspenderlos y se inició una investigación de ética paralela al caso criminal.
Humillado en sus últimos días como presidente de la FIFA, Blatter, de 79 años, insistió en que si no hubiera ganado Qatar, nadie hubiese investigado.