París.

Nick Davies, actual brazo derecho del presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés), Sebastian Coe, presentó su renuncia tras las informaciones que lo relacionaban con el escándalo de dopaje que afecta a la organización.

El pasado lunes, el diario francés Le Monde publicó que Davies trató de impedir la revelación de casos de consumo de sustancias prohibidas en el atletismo ruso hasta después de la realización del Mundial de Moscú de 2012.

Decidí dimitir de mi cargo en la IAAF hasta que el Comité de Ética analice el caso y determine si soy responsable de violar el Código Ético del organismo, declaró Davies, director de la oficina del presidente, en un comunicado difundido por la federación.

Le Monde y la televisora británica BBC publicaron que Davies, entonces secretario general de la IAAF, envió un correo con un plan para mantener ocultos los nombres de los atletas rusos dopados hasta finalizar el certamen.

Davies habría enviado ese escrito a Papa Massata Diack, quien trabajaba en la IAAF como consultor de mercadotecnia –es hijo del ex presidente del órgano rector del atletismo–, Lamine Diack.

En la misiva, enviada pocas semanas antes de la cita moscovita, Davies escribió que necesitaba sentarse con los responsables de la lucha antidopaje para mantener a los “muertos rusos en el armario. Si los culpables no compiten, podemos esperar a la conclusión del evento para anunciarlos.

Podemos preparar un informe sobre los controles de la IAAF que muestre que una de las razones por las que muchos atletas rusos dan positivo es porque son sometidos a muchos controles.