Refuerzan patrullajes policiacos cerca de albergue en Guadalajara
Miércoles 23 de diciembre de 2015, p. 23
Guadalajara, Jal.
La aparente hospitalidad y solidaridad que se abre camino en favor de los migrantes –70 por ciento centroamericanos– poco importa al corazón de Omar, de 18 años de edad, quien lleva 32 días viajando desde el departamento de Francisco Morazán, en el centro de Honduras, rumbo a Texas.
¡Tío, tío!
, dice con la voz quebrada el muchacho de pelo hirsuto que por fin logra comunicarse con alguien de su sangre. Los ojos se le llenan de lágrimas, como si todos los recuerdos de ese mes de ausencia se le agolparan en un instante.
Junto a él, dos de sus compatriotas, compañeros de viaje desde Tenosique, Tabasco, reciben el desayuno que les ofrecen en el albergue FM4 Paso Libre, reabierto hace un mes con apoyo del gobierno estatal, tras su cierre por el rechazo de vecinos de la colonia Arcos Vallarta.
Alfonso Hernández, coordinador de la asociación que maneja el refugio, donde colaboran unos 80 voluntarios, dice que 70 por ciento de los extranjeros que pasan por Guadalajara son hondureños que huyen de la miseria y la violencia de su país, que se agudizó tras el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya, en 2009.
El trío de hondureños llegó el lunes al albergue, ayer intentó trepar al tren carguero que iba a Tepic, Nayarit, y regresó al albergue para reabastecerse de alimentos y ducharse. Todos coinciden en que el verdadero peligro comenzó al ingresar a México.
En el camino de Tabasco a Jalisco, a lomo de ferrocarril, han padecido o visto golpizas, vejaciones de todo tipo, extorsiones de policías, hambre, discriminación.
Omar dice que es una suerte estar vivo y que recibirá dinero de su tío para tomar un autobús a Tepic, donde esperan tener mejor suerte.
En Jalisco hay más migrantes que se van del estado que aquellos que pasan por él. Sólo Michoacán expulsa más personas a Estados Unidos. Hasta septiembre pasado los jaliscienses en el extranjero habían enviado a sus familiares casi mil 200 millones de dólares, según datos del Banco de México.
El gobierno estatal anunció ayer la creación del Instituto Jalisciense para los Migrantes ( Ijami), para tener mayor cercanía con los mexicanos en el extranjero y brindarles servicios a ellos y a sus familias, dijo el titular de la Secretaría de Desarrollo e Integración Social, Miguel Castro Reynoso.
De las cuatro tareas del Ijami, tres están dirigidas a los migrantes locales: atención social en el extranjero, aprovechamiento de su experiencia para el desarrollo del estado y aliento a la organización de jaliscienses en el extranjero. La otra labor es atención social y promoción de derechos humanos de los migrantes en tránsito.
La atención del gobierno estatal y la sociedad civil mejoró con la reapertura del albergue FM4 Paso Libre, que para 2016 planea convertirse en centro de atención integral donde los viajeros puedan pernoctar.
El gobierno estatal cedió a la asociación en comodato una amplia bodega donde ahora se brinda servicio humanitario, pese a la oposición de vecinos de Arcos Vallarta, quienes realizaron hace meses pasados una campaña para criminalizar a los migrantes.
Ahora, comenta Alfonso Hernández, con apoyo de las autoridades policiacas, que mejoraron la vigilancia y realizan rondines permanentes, la mayoría de los colonos aceptan una labor que busca aligerar las penurias de los extranjeros que van a Estados Unidos.