El PRD rindió ayer homenaje a Gisela Mota Ocampo, alcaldesa de Temixco asesinada el sábado, durante el cual la señora Juana Ocampo, madre de la víctima, demandó justicia no sólo para su hija, sino para todos los que han perdido la vida injustamente.

Aquellos que, dijo, no le hacían daño a nadie, y que casi frente a sus familiares, como en el caso de Gisela, en nuestra cara, le quitaron la vida; a nosotros nos golpearon y a ella le dieron cuatro balazos en la cabeza, como si no hubiese sido suficiente darle uno nada más.

Durante la ceremonia, realizada en la sede nacional del partido, con la asistencia de los padres y hermanos de la víctima, así como legisladores federales, militantes e integrantes del comité nacional perredista, el presidente del partido, Agustín Basave, advirtió que son muchos los presidentes municipales amenazados en México. Hay alrededor de 40 asesinados en el actual sexenio, recordó.

Reiteró que la estrategia de combate al crimen organizado que aplica el gobierno federal está equivocada, porque ha privilegiado el choque, la fuerza pública.

Anastasio Solís, ex coordinador de campaña de Gisela Mota y representante de Izquierda Democrática Nacional –corriente a la que pertenecía la perredista–, afirmó que se desconocen los móviles del crimen.

Aclaró que Gisela Mota Ocampo no tuvo trato con nadie: ni contratistas ni proveedores. Siempre tuvo la idea de que la campaña fuera austera, para llegar sin ataduras, además de que ya había un acuerdo en cuanto al tema de seguridad.

“Sería un esquema mixto, del mando único combinado con policía de proximidad… Si hubiera existido contradicción en ese tema podría ser una hipótesis, pero ya había un acuerdo.”

A su vez, la señora Ocampo demandó que la sangre de mi hija sea semilla para lograr un fruto de hermandad, de fortaleza espiritual, y para beneficio del pueblo que ella tanto quiso.

Destacó que para su hija el pueblo siempre fue primero. Yo creo que ella sentía esa ansiedad porque algo la motivaba, y a lo mejor presentía que su vida no iba a tardar mucho, dijo con voz entrecortada.

Reveló que ella no quería que Gisela fuera candidata. Ahora pedimos justicia para que sirva de luz y motivo a la sociedad y no atemorizarse; que en comunidad nos solidaricemos, organicemos y movamos las fibras del ser humano a trabajar por la paz.