La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tiene el reto defender no sólo los derechos civiles y políticos, como la libertad o la igualdad, sino también los derechos económicos, sociales, culturales y de medio ambiente, en los que la sociedad demanda protección jurídica concreta para dejar de considerarlos simples expectativas o anhelos, sostuvo el ministro Javier Laynez Potisek al ser investido –junto con Norma Lucía Piña Hernández– como integrante del máximo tribunal de justicia del país.

Consideró que ante la falta de representatividad o control democrático directo, la legitimidad de la Corte y del Poder Judicial no se presume con la sola investidura; la legitimación de la actuación jurisdiccional está centrada en la aceptación de sus decisiones, de su imagen y conducta, así como en la transparencia de sus decisiones, en la calidad argumentativa de sus resoluciones y en el temple y sensatez de sus posicionamientos frente a cuestiones que suscitan el debate en la opinión pública.

Ayer, en sesión solemne en la que el presidente de la SCJN, Luis María Aguilar Morales, impuso a los nuevos ministros la toga magisterial y les entregó las credenciales y distintivos que los acreditan como integrantes del máximo órgano de justicia del país por los próximos 15 años, Piña Hernández se comprometió, a su vez, a impartir justicia sin atender los caprichos de grupos de interés o de poder. Aseveró que como juzgadora “no comparto etiquetas ni estereotipos.

Mi postura como ministra es proteger la Carta Magna y los tratados internacionales suscritos por México que forman parte del derecho interno.

La ministra Luna Ramos fue la encargada de hablar en nombre de sus compañeros para hacer una breve remembranza de las trayectorias profesionales de Piña y Laynez.

Respecto a la ministra, recordó que fue su compañera como integrante de un tribunal colegiado de circuito. En ese tiempo logramos trabajar con gran armonía, rompimos el paradigma concebido de de que mujeres juntas ni difuntas, dijo.

Ante los miembros del Consejo de la Judicatura Federal y de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Laynez señaló que en el país se vive una auténtica revolución en el orden jurídico y la sociedad mexicana está ávida de instituciones sólidas, por lo que a la Corte le corresponde defender la supremacía constitucional, garantizar la separación de poderes, el respeto irrestricto a los derechos humanos y la convivencia armónica de la comunidad.

En el plano personal, Laynez se comprometió a sujetarse al escrutinio no sólo de mis pares, sino de las mexicanas y mexicanos que hoy están decididos y dispuestos a realizar un control social, especializado o no, de la actuación del pleno de la Corte.

Previamente, el ministro presidente confirmó que Piña Hernández ocupará el lugar que dejó Olga María Sánchez Cordero en la primera sala y que Laynez Potisek se integrará a la segunda sala, en lugar de Juan N. Silva Meza.