Coyuca de Benítez, Gro.

Unas 400 personas acudieron ayer al mediodía al sepelio del fundador de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Benigno Guzmán Martínez, en el poblado de Tepetixtla, municipio de Coyuca de Benítez, en la Costa Grande de Guerrero.

Luego de que las rezanderas del pueblo terminaron el rosario en el panteón municipal, la banda de viento RB7 interpretó Te vas, ángel mío, La barca de oro, Paso del norte y Puño de tierra, entre otras canciones.

El miércoles dirigentes de diversas organizaciones sociales llegaron al velorio de Guzmán Martínez, pero ayer sólo se observó a los campesinos, que cargaron el féretro. En el cementerio, el profesor Pablo Díaz Teodoro, interpretó la canción El revolucionario.

Cuando el ataúd de Guzmán, quien sobrevivió a la masacre de 17 campesinos en Aguas Blancas en el gobierno del priísta Rubén Figueroa Alcocer, fue depositado en la fosa, la banda tocó los corridos El ciruelo y La tumba de Villa.

Óscar Guzmán, primo de Benigno Guzmán, recordó: “Toda su vida fue de sacrificio, desde que se unió a la lucha revolucionaria, que no forzosamente es armada, porque la revolución la estamos construyendo todos.

Cuando Benigno se dio cuenta de todas las injusticias que se cometen en Tepetixtla, en todo Guerrero, en el país y en el mundo, luchó por todos nosotros, por todos ustedes. Muchos de los que están aquí le deben mucho a Benigno, porque fue de los gestores más fuertes. Hizo temblar al gobierno.

En su última lucha, agregó, nos recordó que todavía nos faltan los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa. Se nos fue el hombre, pero nos queda su espíritu, que nos alienta a seguir buscando la mejoría para nuestro pueblo.

Entre aplausos y consignas, concluyó: Se fue un gran hombre, pero nos dejó su ejemplo a seguir, para saber que no debemos ver sólo por cada uno de nosotros, sino por toda la comunidad.