La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), José Reyes Baeza Terrazas, por violaciones a los derechos de un anciano en el hospital Celaya, en Guanajuato.

En la recomendación 57/2015 se explica que el 5 de julio de 2013 al agraviado se le practicó una cirugía de urgencia por hernia y desarrolló una infección por desprendimiento de malla gástrica, la cual no fue tratada adecuadamente, lo que derivó en una nueva intervención quirúrgica para extraerle el apéndice y un testículo, que se habían infectado.

La Procuraduría de Derechos Humanos de Guanajuato recibió la queja y la remitió a la CNDH, que solicitó al director general del Issste indemnizar al afectado y brindarle atención médica y sicológica; ordenar al personal de la clínica entregar copia de su certificación y recertificación de los consejos de especialidades médicas y diseñar e impartir un curso integral de capacitación y formación en derechos humanos, así como del conocimiento, manejo y observancia de la norma oficial aplicable.

Además solicitó que el instituto colabore con la CNDH en la presentación y seguimiento de la queja que interpondrá ante el órgano interno de control del Issste contra los médicos involucrados e inscribir al paciente en el Registro Nacional de Víctimas para que tenga acceso al Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral previsto en la ley respectiva.

Expulsan de preparatoria a estudiante homosexual

Por dar mal ejemplo con su maquillaje y cabellera larga, José Eduardo Mendoza Rubio fue expulsado de la preparatoria de la Universidad del Atlántico en el municipio de Reynosa, Tamaulipas, denunció del propio afectado ante la CNDH.

Mendoza Rubio cursaba el primer cuatrimestre, sin reportes de mala conducta ni bajas calificaciones, y se declaró abiertamente homosexual.

Dijo que, según René Garza, coordinador del plantel, el director, Néstor Contreras, ordenó sacarlo de la escuela y que lo escoltaran hasta la puerta, pues veían que yo podía ser un mal ejemplo para mis compañeros, relató José Eduardo, quien se hace llamar Katy Casanova.

Pido respeto para quienes integramos la comunidad de diversidad de género. Somos humanos. Nos duele ser discriminados y tratados en forma vejatoria, con insultos y ataques por nuestro simple derecho de elegir lo que deseamos para nuestras vidas, agregó.

(Con información de Julia Le Duc, corresponsal)