Sociedad y Justicia
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La desigualdad, una de las principales causas del problema

La movilización social, opción para reducir la violencia, aseguran académicos
 
Periódico La Jornada
Viernes 15 de enero de 2016, p. 35

Dos de los principales factores que provocan la existencia de actos de violencia en el mundo son la creciente desigualdad económica y social y el intento de las naciones poderosas (Estados Unidos y países del occidente de Europa) por implantar a escala global una visión homogénea de la democracia, la justicia y la libertad.

Así lo externaron expertos universitarios durante la mesa redonda Violencia y post-democracia en la globalización, que se realizó ayer en el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Indicaron que si bien estos factores no explican toda la violencia, sí son importantes detonadores para que ésta se presente.

Geoffrey Pleyers, de la Universidad de Lovaina, Bélgica, consideró que la violencia puede venir desde los actores sociales, criminales o del propio Estado, por lo que confió en que los movimientos sociales pueden ser la opción para disminuirla.

Estamos frente a un desafío de situaciones de violencia generalizada, donde incluso la ejercen gobiernos que fueron electos de manera democrática. Los movimientos sociales y la sociedad civil son la respuesta a ésta y los primeros enemigos de quienes buscan el autoritarismo y la guerra. La movilización social no sólo es protesta, sino que cambia al mundo lentamente, expresó.

Matthieu de Nanteuil, académico de la misma universidad belga, sostuvo que parte fundamental del estudio de los procesos violentos implica analizar no sólo sus causas, sino cómo reconstruir, a partir de ellos, el tejido social.

La violencia no sólo destruye la estructura del tejido social, también lo restructura. Hay que salir de la visión europea y occidental de que 'violencia es el mal'. Sí, no es buena, pero a partir de ella se da un proceso para la restructura de la sociedad, señaló.

Por su parte, Javier Aguilar, del IIS de la UNAM, aseveró que no en todo el planeta las culturas aceptan la imposición de la hegemonía occidental, por lo que al sentirse violentadas reaccionan de una manera similar.

En este proceso de la globalización, dijo, han surgido fuerzas políticas, sociales y económicas que debilitan al Estado a partir de diferentes formas de violencia. Así, hoy existen grupos de la delincuencia organizada, religiosos (fundamentalistas), instancias como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial o grupos políticos y privados que son capaces de obtener armas y amenazar a estados poderosos.

Señaló que será mediante la actuación de la sociedad civil como se pueda hacer frente a estos factores de violencia.

Del movimiento social está surgiendo una nueva forma de hacer política, que hace a un lado a partidos políticos e instituciones del Estado y construye sus propios mecanismos de organización y resistencia. Los movimientos sociales tienen muchos retos: cómo conducir su política, cómo relacionarse y cómo intervenir ante las políticas institucionales que se resquebrajan, sostuvo el investigador.