El informe de Amnistía Internacional (AI) sobre desapariciones en México es un documento mal hecho, con el interés de confundir y desinformar, afirmó el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián.

Aseguró que si bien el gobierno reconoce el tamaño del reto y los casos pendientes de resolución, como el de los 43 normalistas de Ayotzinapa, otros organismos civiles han diferenciado los asuntos de desaparición forzada, no localización y aparición con vida, y sostuvo que la mayoría de los casos tienen origen antes del inicio de la presente administración .

Lo que estamos haciendo es a partir de los retos que sabemos que tenemos y no a partir de un informe mal hecho (de AI), dijo.

El jueves pasado, AI señaló que en México hay una epidemia de desapariciones, cuyos expedientes topan con incompetencia, inercia e indolencia de las autoridades. Pidió al gobierno que admita la magnitud del problema, en especial ante casos como los de los desaparecidos en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, y el de los normalistas de Ayotzinapa.

Horas después, la cancillería emitió una tarjeta informativa en la que asegura que sí se han adoptado medidas para enfrentar la situación y cita, como ejemplo, la construcción de una iniciativa de ley para generar un sistema eficaz de búsqueda.

La respuesta al documento de AI fue elaborada por funcionarios de Gobernación, la cancillería y la Procuraduría General de la República (PGR).

Campa aseveró que AI intenta confundir o desinformar con el dato de desaparecidos, cuando todos sabemos que se trata de un registro de las personas que en algún momento no se localizan.

La cifra de casi 26 mil 670 casos de desaparecidos son difundidas periódicamente por el Sistema Nacional de Seguridad Pública de la SG que, a su vez, hace la compilación con base en datos de procuradurías y fiscalías estatales.

A ello se agrega un recuento histórico de 968 personas no localizadas cuya investigación, del fuero federal, está a cargo de la PGR. Otras organizaciones, dijo Campa, tienen sus propios registros en los que dan cuenta de las personas, originalmente reportadas como no localizadas, que aparecen con vida.

“Todos sabemos que la enorme mayoría de esos registros (personas no localizadas) aparecen y la mayoría, con vida, con cifras superiores a 90 por ciento. Entonces, pretender confundir, pese a tener información, diciendo que ese es el número (más de 27 mil desaparecidos), lo cual permite suponer que se trata de desaparición forzada o (a manos de) particulares, y me parece que no es conveniente.

Tampoco hacen referencia a lo que se está haciendo; particularmente en los dos casos que registran (Chihuahua y Ayotzinapa), hay un enorme esfuerzo del gobierno para hacer justicia, encontrar la verdad y atender a las víctimas, concluyó.