l artículo del domingo pasado fue resultado, como dije en el mismo, de una investigación que fue necesaria dado que se nos habían ocultado hechos importantes: el ingreso de Indonesia a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el aumento de su producción, que había tenido como tope 30 millones de barriles diarios, a casi 33 millones en diciembre pasado.
Sobre las bajas anteriores, vimos que algunos países de la OPEP aumentaron su producción desde antes, y el precio promedio de la organización bajó de la de noviembre, 40.50 dólares, a la de diciembre, 33.67 dólares.
Ahora vemos que, como se suponía, el precio sigue bajando, y en los primeros 13 días de enero el precio promedio de la OPEP ya fue de 28.44 dólares. La producción generalmente se informa por promedio mensual, y así la tuvimos en el artículo de hace ocho días. Ya veremos a principios de febrero la confirmación de la continuación del aumento de la producción como una de las causas de la reducción del precio.
Decíamos en el artículo anterior que “Según especialistas citados, el principal objetivo del aumento de la producción de la OPEP y la consiguiente baja de los precios petroleros, fue el de desalojar del mercado a los shale, en su mayoría producidos por Estados Unidos”, que han provocado muchos problemas en ese país.
La reducción progresiva del papel de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la economía del país no es causada por esto, viene de más atrás. Es resultado de una política de privatización progresiva y de la corrupción de los funcionarios; las mordidas
también juegan su papel. Su endeudamiento progresivo viene desde antes, y ahora está peor.
El precio del crudo mexicano se desploma más y más. En 2012, cuando empezó este gobierno, el precio promedio de exportación era de 99.66 dólares por barril para el tipo Maya, y 105.29 para el tipo Istmo. El viernes pasado, el precio promedio para la mezcla mexicana de producción fue de 20.70 dólares por barril, aproximadamente una quita parte de los antes mencionados.
Hemos hablado de producción de crudo, por ejemplo. Bajó de 2 mil 548 en 2012 a 2 mil 26 en 2015. Se redujo 20 por ciento.
También el número de perforaciones con éxito bajó de 23 en 2013 a nueve en 2015. Bajó a menos de la mitad.
Donde Pemex ha mantenido y hasta aumentado el número de equipos de perforación, como la zona Suroeste Marina, donde entre otras está Litoral de Tabasco, aumentó el número promedio de estos equipos de nueve en 2012 a 18 equipos en 2015.
Ha sido la política, y el respeto a regiones de calidad, un determinante de la producción, así como el personal local. En regiones que han podido evitar el predominio de la política oficial, de entregar todo a particulares, se puede incluso tener avances, ya lo hemos visto en otros casos.
Por ejemplo, cuando vimos en Litoral de Tabasco que de 2003 a 2015 la producción de petróleo crudo aumentó 8.9 veces, y donde la producción de gas natural aumentó en el mismo periodo 11.3 veces.
Mucho de esto se ignora en las interpretaciones oficiales, de aquí y de allá, por ejemplo de las bajas de precios. Hay que echarle la culpa de todo a China, aunque no sea exportadora de petróleo. Para ellos, dentro y fuera de México, la OPEP no existe, menos aún ha crecido en número de países miembros. Para ellos, tal vez Indonesia ni siquiera existe.
Si nos limitamos a esas interpretaciones de las sucesivas bajas de precios del petróleo crudo, seguiremos en la ignorancia, como ellos.
En cuanto a los funcionarios de Pemex, su principal preocupación es cómo ir entregando la empresa a las trasnacionales, con o sin disfraz mexicano, a cachitos.
Su preocupación es que con las bajas de precios del petróleo, ellos también tienen que bajar las condiciones de los concursos, y vender la victoria, poco a poco, a Pemex, pero más barato.
Lo peor para ellos es que las mordidas
también bajen de precio.
