Investigadores del Centro de Desarrollo Aeroespacial (CDA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) realizaron el primer vuelo de prueba de un satélite de 250 gramos o picosatélite diseñado por ellos mismos. Su meta es mejorarlo y ponerlo en órbita.

El equipo del CDA, encabezado por el investigador Mario Alberto Mendoza-Bárcenas, construyó el satélite, que puede tomar fotografías y registrar datos de la temperatura del aire y de navegación, los cuales son enviados un receptor en tierra conectado a una computadora.

El vuelo del CDA SAT fue propulsado por dos globos de helio y alcanzó 20 metros de altura, y con ayuda de un lastre se controló su elevación.

Mendoza-Bárcenas explicó que los satélites artificiales se clasifican por tamaño y peso; en este caso, el prototipo del IPN al pesar sólo 250 gramos se denomina picosatélite.

La arquitectura del CDA SAT es prácticamente igual a la de uno real, con excepción de que carece del subsistema de estabilización y control de orientación, así como de control térmico.

En este desarrollo se utilizaron materiales de gran tecnología y bajo costo, como baterías de aeromodelismo, sensores de vuelo y giroscopios que hacen posible determinar su orientación. Este primer prototipo forma parte de una estrategia, en la que una vez validada la tecnología y capacidad del CDA SAT se podrá pensar en elevar el proyecto al nivel de la estratósfera, antes del desarrollo final de un modelo con calificación espacial.

A mediano plazo, el objetivo es crear una iniciativa tecnológica más ambiciosa a las realizadas hasta ahora en México. El siguiente paso es elevar el vuelo a 40 kilómetros de altura y colaborar con el Laboratorio de Instrumentación Espacial del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México en el desarrollo e integración de nuevas cargas útiles (instrumentos que sirven para la investigación científica) para su plataforma Aton, dispositivo muy parecido a un satélite que permite a los investigadores realizar vuelos suborbitales con sus prototipos.

El investigador politécnico detalló que recientemente se le notificó que su equipo de trabajo ganó un financiamiento otorgado por el fondo sectorial Agencia Espacial Mexicana-Conacyt para desarrollar el proyecto de un módulo de carga útil basado en un detector de rayos cósmicos.